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Cuando la mermelada...

Kenny Oñate


“Pero adentro nace un sol y yo no encuentro a mi amor.

Me acuesto repitiendo mis letras, y no duermo, y no sueño”

Andrés Caicedo, ¡Qué viva la música!


“Cada uno de nosotros procede de un extenso linaje de gente

destinada a no conocerse nunca entre sí”

Miranda July, Nadie es más de aquí que tú


Este es un relato que Karen comenzó a escribir y que decidí terminar, por el gran cariño que le tengo

Kenny


Daryl Hannah en un fotograma de Blade Runner


Se lamió los labios mientras pasaba un dedo por el ombligo desnudo. Ascendió por el borde de la camiseta rosando levemente los senos hasta llegar al cabello. Entornó los párpados y finalmente los abrió. La había sacado del sueño, el estruendo que producía el metro al pasar debajo de la antigua construcción. Vivía en un loft en el ático; tres pisos arriba del túnel y hasta allá llegaba la sensación de que el inmueble se vendría abajo cada vez que el metro hacía su recorrido. Se ajustó las pantaletas blancas e intentó que la blusa del mismo color le tapara el ombligo; tirando de ella hacia abajo, mientras se ponía de pie estirando las ágiles piernas y ajustando la vista a la oscuridad de la habitación. ¿Qué metro había sido? ¿El de las tres de la tarde? ¿El de las cinco tal vez? ¿El último en salir, el de las once de la noche? Ya no lo sabía; jamás abría la americana o consultaba el reloj.

Pensó en volver a esa casa lejos del centro, donde el metro no perturbaba los sueños de nadie y donde siempre sabía la hora. ¿Volver? ¿Para qué? Allá solo le esperaba un buen polvo y un frasco lleno de anfetas. Aquí tenía sedantes y un metro que la despertara; todo lo necesario para entregarse a la actividad que más le gustaba: dormir. Le gustaba su metro agitando las cucharas y las ollas. Le recordaba a Las Trillizas de Belleville en donde las casas parecían caerse cuando pasaba el tren. Siempre había un tren cerca en las casas donde transcurría la historia. Le gustaba esa película.

Abrió la alacena y buscó el desayuno. Todavía quedaba leche en polvo; amaba la leche en polvo. Había también mermelada de frutillas; le gustaba tanto la mermelada de frutillas. Había pan en rodajas; el pan le daba igual. Toda la diminuta alegría que la llenaba se vio rota cuando reparó en que quedaba apenas mermelada para untar sobre un pan. Cuando la mermelada se terminara tendría que salir a comprar más. Tendría que enfrentar ese miedo, esa fragilidad que la conmovía al punto de petrificarla. Giró la llave y dejó que el agua cayera descuidadamente sobre una tetera de esas que pitan cuando el contenido está hirviendo, la conectó; quería leche caliente.

Se dirigió al espejo de cuerpo entero que tenía frente a la cama en un abrir de piernas; como Daryl Hannah en Blade Runner, así se sentía; como una muñeca ágil en un cuarto lleno de polvo y penumbra, como una robotina llena de miedo. Jugó con su abdomen a hacer una gran boca que besaba su reflejo, por un rato. Tomó una silla y una peineta de la consola, se recogió el cabello dejando un mechón que caía sobre la frente. Sopló el mechón varias veces viéndolo subir y bajar. Rió frente al espejo. Se detuvo. Marcel era un gran sujeto y lo había amado, no estaba triste, no tenía nada que reprocharle; nada que desde lo que ella llamaba su “absurda ingenuidad” no considerara perfectamente humano y perdonable. Hacían el amor, tocaban guitarra, se drogaban, asistían a clases en la universidad y sin embargo, se había terminado. Un día salió de casa, conoció a un extraño, supo su nombre; Marcel, lo convirtió en su amor y un día así mismo se había terminado. La aterraba esa fragilidad de cómo dos personas pasan de ser extraños a saber sus nombres y a ser algo para el otro. Por qué no simplemente quedar de extraños. Cuál era el indescifrable mecanismo que obligaba a que las personas tuvieran que conocerse y por qué terminábamos siendo títeres de él. Absurdo. Prometió jamás salir a la calle, no conocer una sola persona más. No aprender un solo nombre más.

El pito de la tetera la sacó de ese pensamiento. Preparó la leche y untó la mermelada sobre el pan, dio dos mordiscos y tres tragos. Recordó su metro y pensó en Marcel. Si el siguiente fuera el metro de las siete, de seguro Marcel pasaría bajo su ático de camino a casa, estaban juntos. Miró el cable de la tetera aun conectada y se imaginó una chispa de corriente eléctrica viajar por centenares de casas hasta llegar con Marcel. Escuchó el grifo gotear y lo mismo sucedió con la gota de agua. Estaban juntos, pero a la vez estaban juntos con miles de desconocidos que habitaban la ciudad; en ello consistía la fragilidad que la aterraba. Dejó el pan a un lado y se dirigió decidida hacia la americana. La tocó con la yema de los dedos de arriba abajo. Miró de soslayo hacia el viejo teléfono de disco y de nuevo reparó en su temor. El teléfono repicó, no sin desconcierto; descolgó la bocina: ¿Clarís? Sí, soy yo… Estoy muy bien. ¿Más tarde? ¿Sí, por qué no? ¿En dónde siempre? Entonces nos vemos allí y te explico. ¿En una hora está bien? De acuerdo. Colgó, no sin asombro, no sin que dentro de ella hubiera nacido un sol.

Volvió a su americana y la abrió de un golpe, sin titubear. Eran las cinco de la tarde, hacía sol y olía a verano. Observó desde allí las montañas y los techos de otras viejas casas del centro. Bajó la mirada hacia la calle repleta de desconocidos. En la siguiente esquina, en esa que la vista ya no alcanzaba a cubrir; podría estar aquel que pasara de ser un extraño a ser su asesino, pero también su amor. ¿Y por qué no? Otro amigo que le alegrara la tarde; tan llena de día a día, o alguien amable a quien preguntarle la hora. Se vistió y abrió la puerta. Recordó comprar mermelada a su regreso, respiró hondo y salió. El siguiente metro en pasar sería el de las cinco y veinte.

Antebellum


Kenny Oñate



A Damián-man y su baby-boom



Lluvia. Trozos de noche. Un tacón apresurado rompe el agua que se encharca sobre los adoquines. Para mañana juega el loto. Lo siguiente que pasa sobre el charco son los converse mojados de una chica que va con su novio. Le sigue mi pisada torpe salpicándole agua. Chupetes a diez centavos.


-¡Pero sin estilar!


-¡Lo Siento! –me dan ganas como de gritar, de irme corriendo con esa pareja tranquila y dejar atrás el desesperado andar de mi amigo.


Junto a mi pisada viene la de Daniel. Noche. Luces de neón. Ruidos de gente corriendo. Taxis aparcándose. Taxis arrancando.


Abandono. Perros famélicos escarbando la basura. Pestilencia humana en un rincón donde a nadie le importó seguir amontonándola. Pestilencia a mierda. Sinsentido. Destierro, sobretodo el mío.


-Vamos muy tarde, ¿para qué quieres entrar al supermercado?


-Para comprar unos chicles.

-¿Unos chicles?

-Sí, son muy buenos. A la flaca le encantan y hace mucho que no prueba.


Puertas de vidrio. Gente sin paraguas. Gente atascada en la puerta. Gente que entra al supermercado y deja el paraguas mojado en una cesta a la entrada. No tiene caso.

-¡Muévete si! Recién se me pasó la gripe. Pobre de vos que me de otra vez.

-¡Aguanta! ¿No dijiste que tu papá nos espera a la entrada del conjunto con el carro? Así no te mojas tanto. Tú tranqui.

Ruido de coches sobre piso encerado. Bip bip de caja registradora. Un niño derrama un cartón de leche. Luces fluorescentes. Cielo raso. Vidrios. Espejos.


-Aguanta hijueputa! Cállate conchetumadre, cállate porque ahorita mismo te meto plomo!

Encapuchados que entran con pistolas. Guardia de seguridad amenazado por una de las armas. En el sitio hay como veinte personas entre niños y adultos. Cada cajero está siendo amenazado por una bala. Gente que corre. Gente que grita. Disparo en la columna a un hombre que intentó salir corriendo. Su cuerpo gira en el torniquete de entrada.


Daniel se tira al suelo junto a mí, cerca a un congelador. Me queda viendo con esa cara de tengo veintiséis años y acabo de empezar a trabajar, me queda demasiado por vivir, por favor ayúdame a no morir. Llevo días despertándome pidiendo tan solo un día salir al mundo sin sentirme abusado o violentado, utilizado, agredido o desintegrado, desearía tan solo un día ya no despertar. Mi papá me espera con el carro a la entrada del conjunto, a Daniel lo espera la flaca en las escaleras de su bloque con un paraguas y un hijo en la barriga. ¿Por qué no me fui con la chica y su novio? Porque debo estar aquí para que vivas, para convertirme en tu redentor. Ayúdame, dice Daniel con todo el humano desespero que puede existir en los ojos de un hombre, independientemente de que sea puro, franco u honesto, de que sea un asesino o un estafador; es simple vulnerabilidad. Lo último que la flaca le dijo a Daniel fue un recordatorio de que en dos semanas le tocaba ir a sacar la licencia, para que ya no anduviera en bus con tanto aguacero. Desearía significar algo, desearía por lo menos estar jodido o acabado, desearía ser un desgraciado. Daniel debe vivir como sea.


Transacción. Disparos en direcciones aleatorios. Disparos hacia el cielo raso, porque había que dejarnos sin vida. Vidrios que caen, vidrios que se llenan de sangre. Murieron por lo menos doce personas. Daniel se levanta ensangrentado, la sangre es ajena; pertenece a una madre y su niño de dos años que yacen muertos junto a él.


Niños y adultos muertos, no importó al final qué edad tuvieran, sino que estaban muertos. Que no nos escucharon a nosotros, los que quedamos vivos; llamarlos gritando desde la profundidad y soledad de su muerte. Tenían que ser ellos quienes murieran, convertirse en víctimas para redimirnos a los que quedamos. Nacieron para morir hoy, el niño nació hace dos años y la mujer hace más de treinta tal vez, ¿y en ese momento ya nacieron para ser estas víctimas, para que nosotros viviéramos? Nosotros, los que quedamos vivos también nacimos para morir, en condiciones no menos patéticas, pero tal vez menos dramáticas que éstas.


¿Por qué se murieron ellos? ¿Porqué expiar nuestras culpas? ¿Porqué salvarme a mí?

Daniel debía vivir, eso lo entiendo. Pero yo ¿para qué? Se supone que ahora la vida signifique algo. Devastación. Afuera los charcos de agua se mezclan con los charcos de sangre. La lluvia se ha llevado la basura. Y esta ciudad jamás será la misma sin sus perros famélicos. Y esta ciudad jamás será la misma sin su olor a pestilencia humana. Y este destierro jamás se sentirá igual.



Los textos en cursivas son de la películas The virgin Suicides de Sofia Coppola y L’Immortel de Enki Bilal.

¿Puedo ir contigo?

Kenny Oñate


Fotograma de la Película "Princess" de Anders Morgenthaler


“En uno de esos tantos días de tus ausencias,
descubrí que la amistad tiene un nombre, un rostro, un aire:
tu nombre,
tu rostro,
tu aire”


A título personal, Teatro la Candelaria






Cuando te vas, aletargo el tiempo. Lo arrullo hasta detenerlo y hacerlo dormir. Mas, cuando estoy contigo; tengo esa sensación de ver el tiempo a través de un rotoscopio o de una super8. Es como si yo no estuviera allí, sino viendo con ansias lo que pasa desde la vitrina de una gran nostalgia; un fotograma polarizado, a blanco y negro, envejecido. Pasa tanto tiempo entre las ocasiones en que te veo, que termina por parecer que no está sucediendo; que es algo que estoy recordando.

Hay tantas cosas que sueñan con ser una estrella ¿sabes? Una semilla, la hoja de un árbol, una gaviota. Cuando tú estás, mil niñas verdes danzan desde los árboles y desde el cielo. Son estrellas, de seguro no las has visto, porque solo puedo verlas yo desde mi cámara, es como un efecto añadido tras editar una película. Mataría por que hubieras visto tan solo una.

Ese lugar con niñas verdes en cuya sombra te escondes protegido por mi abrazo es solo otro de los tantos sitios que tengo para ti y en los que termino por no estar. Sin embargo, hay lugares en los que estamos juntos. Lugares que, por no estar a merced del tiempo, no se ven como el sitio con árboles del que te hablé y lugares que no se ven desde mi super8 porque no pueden ser recordados. Son lugares que veo sentado en una butaca, representados sobre las tablas de un teatro. Todos tenemos un lugar en el que nuestros muertos son incapaces de morir; ese lugar se llama nostalgia, en ese lugar tú y yo terminamos por encontrarnos. Es bueno saber que no me dejaste morir, pero también es triste preguntarse, ¿cuántas veces he muerto para ti? Y ¿Por cuánto tiempo? Morir duele.

Cuando voy al teatro y termino por ver algo que quisiera que veas; el mecanismo de la super8 se arruina, jamás he podido llevarte al teatro. Jamás creerías lo que te has perdido de ver a través de mis ojos.

Volvamos al sitio en el que te tengo abrazado, si amplío la imagen puedo apreciar el rostro de las personas que pasan y nos miran. Esas personas notan que, de los dos; aquel cuyo cuerpo asemeja más al de un hombre es el tuyo, mientras el mío es más cercano al de un niño. De ello, que les resulte inusual que sea yo quien te tiene abrazado a ti. Ellos no se preguntan quién de los dos debe cuidar a quién. Cuál de nosotros debe tomar de la mano al otro y llevarlo, protegerlo. Pero… Si te miras y me miras y creamos para los dos, solo un close up de mi super8, descubrimos en la mirada del otro, esa complicidad que ha llevado a que sea yo quien cuide de ti.

Está, tan concurrida nuestra amistad, tan repleta de ausencias, tan poblada de palabras como lindo y tierno, tan llena de sitios de mi super8. Amo con singular devoción aquel en que lo primero que capta la cámara; es un acantilado donde las gaviotas despiertan llorando porque amanece y no han logrado convertirse en estrellas. ¿Te imaginas? Cielo de despertar en la playa, colores como dibujados con acuarela, gaviotas emprendiendo el vuelo con los ojos llenos de lágrimas. Es bellísimo, pero infinitamente triste. La cámara sigue el vuelo de las gaviotas hasta que se pierden en el horizonte, realiza una americana de la bahía y se encuentra con nosotros recostados sobre la arena mirando el cielo amanecer, suena el mar en calma:

-Soy como esas gaviotas ¿sabes? Un día saldré volando.

-¿Puedo ir contigo?

Y solo en ese lugar, en ese amanecer en el que te siento tan niño y me siento responsable de protegerte; aprendo que soy yo quien debe darte la mano cuando tengamos que seguir un sendero, quien debe abrazarte y cuidarte.






Los textos en cursiva son textos modificados de la obra Cantores del Teatro Simurgh, de la obra A título personal del teatro La Candelaria, así como de las películas Princess y Blade Runner

Pero sobre todo, no me hagas caso

A Emilia, en sus viajes por el mundo



Esta es una foto suya, tomada en San Telmo




Pero,
no te quedes allí
inmóvil
mirando en lontananza
trabando secretos con la mirada
tejiendo uñas de papel
en las que yo pueda escribir

Ven a verme
Ámame profano,
incontenible,
tal cual soy.

Invéntate con tu aliento
Tráete de regreso,
llévame contigo en lo profundo

Pero…
tan solo no te vayas
quédate soñando
trabando amores
y destrabando cajones
abriendo ventanas
si es que llega a’cer calor

Y sí…
Tal vez algún día
entristecido de mi,
el viento te trae
bésame ligera
sobre los labios,
acaríciame,
MÁS!
No te quedes!
No te hagas parte de mi:
sé noche febril
de despertar inquieto,
arrugado
atiborrado

PERO SOBRE TODO:
NO ME HAGAS CASO!
Sé libre,
Brilla,
Llueve,
Llora,
Ama y luego vete!
Viaja,
Vuela,
Sopla,
Llena el mundo
con tu risa eterna




Kenny

Nostalgia Permanente


Portada del álbum "The Siamese Dream" de los Smashing Pumpkins,
en el que se editó por primera vez "Mayonaise" y que SP escuchaba cuando era niño


Firma y logotipo que utilizó la banda mientras firmaba con Virgin Records



“-¿Qué hay más triste que un verano sin sol
o que un río incapaz de encontrar el mar?”



A SP; ojalá algún día, las aguas de mi río sepan
encontrarse con tu océano. T’extraño bro






-¡Hola!


-¡Hola! Perdón, no te había visto –dije quedándome quieto para recibir el abrazo y aclarándome la garganta para tragarme el nudo que se me había hecho.

-¡A los años!

-Si ¿verdad? ¿Cómo estás? –dije recordando lo mucho que detesto que digan “a los años”.

-Bien, todo bien. ¿Y tú?

-También, todo bien. Venía haciendo unos papeles por aquí.

-¿Y ya estás libre?

-Sí, ya me iba a mi casa ¿Tú? ¿Estás desocupado?

-Sí, también ya me iba a mi casa.


-Entonces… quedémonos haciendo algo por aquí.

-¿Tipo qué? No tengo un peso.

-Ni yo. Vamos a ese parque al que íbamos juntos. No estamos muy lejos.


****


-Te extrañé –dije una vez que llegamos al parque.

-También yo.

-¡Mentira! –Dije riendo– Es mentira, a ver ¿cuándo me extrañaste?

-Cuando… No sé, a veces.

-Creí que esto jamás sucedería.

-¿Qué?

-Encontrarme contigo en la calle, así de repente.

-¿Porqué?

-Porque lo imaginé. Imaginé muchas veces que iba caminando solo por una vereda y que tú venías en dirección contraria también solo, por la misma vereda. Por lo general las cosas que uno imagina nunca suceden.


***


-Hemos hablado por horas. Y ya es muy tarde –dije tragando nuevamente los nudos de mi garganta.

-Tienes razón. Es muy tarde y tal vez deberíamos despedirnos.

-¿Recuerdas la última vez que nos vimos? Antes de despedirnos te pedí que adivinaras en qué canción estaba pensando. Dijiste Mayonaise de los Smashing Pumpkins y no sé de dónde lo sacaste –dije riendo– Porque yo estaba pensando en Un Rayo de Sol de Los Diablos. Pero si dijiste esa canción es porque tú estabas pensando en ella. Ya cuando bajé del bus, cuando estaba solo me pregunté por qué pensabas en esa canción. Es una canción muy triste y nosotros solo éramos dos personas despidiéndose. En ese momento me pareció excesivamente triste para la ocasión, la mía era una canción alegre, una canción de verano. Juro por Dios que no sabía que sería la última vez que nos veíamos, de haber sido así… Habrías adivinado.


-¿Y eso a qué viene? ¿Cómo haces para recordar todas esas cosas? ¿Esas palabras?

-Nada… Supongo que… Nada, yo… Nada, es solo mi estúpida nostalgia en acción, mi torpe nostalgia que no se me quita con nada –dije apresurándome a hablar antes de que se me quebrara la voz–. Es solo que a veces… Me haces tanta puta falta, a veces hay tanto que quisiera contarte, tantos cuentos que quisiera que leas… –dije estrechándolo más fuerte, todavía sin poder quitarme el maldito nudo de la garganta, ya sin poder contener las lágrimas que caían sobre su hombro.

Kenny

Eugenio Ionesco: El mayor exponente del teatro de lo absurdo

"El arte es inútil, pero el hombre es incapaz de prescindir de lo inútil"
Ionesco

El mayor exponente del teatro de lo absurdo nació en Slatina, Rumania el 26 de noviembre de 1912, desde niño se trasladó a Francia. Trabajó en varias actividades antes de dedicarse por completo a la dramaturgia en la que se enredó casi por accidente mientras intentaba aprender el idioma inglés con los diálogos didácticos Smith y de lo cual resulta su primera obra "La Cantante Calva" estrenada en el teatro "Les noctambules" y dirigida por Nicolás Bataille. Muere en el año de 1994 en París. Después del estreno de "La Cantante Calva", la que causa gran escándalo, se impone como padre del teatro de lo absurdo, en sus obras muestra por medio del lenguaje, la incapacidad de comunicación entre los seres humanos, en el desarrollo de las situaciones cotidianas se presenta la soledad humana, la insignificancia y falta de sentido de la existencia, estas situaciones que pueden parecer a momentos cómicas.
En sus obras son recurrentes los ambientes cerrados, el lenguaje distorcionado y las situaciones sin lógica. "La lección" fue su segunda obra y se estrenó en 1951 en el Théatre de Poche-Montparnasse de París, bajo la dirección de Marcel Cuvlier, es una obra de un acto en la que quedan expuestas las situaciones de poder, abuso y maltrato que se dan en la cotidianidad entre un profesor y su joven alumna, a esto se suma la presencia de la criada, cómplice de la maestra; alegoría de la educación que a diario mata la individualidad de los niños para introducirlos al sistema homogeneizando habilidades, valores y conocimientos.


En "La Lección", la alumna repite constantemente "Me duelen las muelas" para responder a todo lo que se le pregunta y para expresar cada sentimiento; mostrando así lo absurdo del lenguaje cuando la otra persona no establece comunicación efectiva con quien habla. Uno podría decir cualquier cosa, que da lo mismo: es absurdo.


Ionesco dice: "Todo mundo seguirá siendo absurdo, porque cada persona se encuentra encerrada en su célula individual por lo inadecuado de los medios de comunicación, las únicas reglas de comunicación de que disponemos son las reglas del lenguaje insensatas, el único tipo de comunicación posible es el método indirecto de la paradoja, los hombres aislados nunca llegaran a conocerse"





Los dramaturgos del teatro existencialista, precedente al teatro de lo absurdo pretendían llevar a escena toda su carga de angustia y ausencia de sentido en la experiencia humana. Sus obras de teatro llevan a la conclusión de que cualquier acción humana es absurda e inútil, y lleva implícita el sufrimiento y el sacrificio. Así, plantean el dilema moral entre el fin y los medios entre una de sus temáticas, como Sartre en "Las Manos Sucias" y Camus en "Los justos".






El teatro existencialista dio paso de esta forma a los padres del teatro de lo absurdo: Samuel Beckett e Ionesco. "Esperando a Godot" relata la historia de dos personajes que se sientan a esperar a "un Godot" del que nada se sabe y nunca llega a aparecer; un absurdo, una idea, un vacío con el cual darle sentido a sus existencias. El mismo Beckett afirmó no saber quién era ese Godot. En esta obra se reafirma el absurdo de la comunicación humana mediante el diálogo carente de sentido que sostienen los personajes:




VLADIMIR: No podemos.

ESTRAGON: Por qué?

VLADIMIR: Esperamos a Godot

ESTRAGON: Es verdad. Estás seguro de que es aquí?

VLADIMIR: El qué?

ESTRAGON: Donde hay que esperar

VLADIMIR: Dijo delante del árbol (señala el árbol) Ves algún otro?

ESTRAGON: Qué es?

VLADIMIR: Yo diría un sauce llorón

ESTRAGON: Dónde están las hojas?

VLADIMIR: Debe haber muerto.

ESTRAGON: Se acabó su llanto.

VLADIMIR: A menos que no sea tiempo.

ESTRAGON: Y no sería más bien un arbolillo?

VLADIMIR: Un arbusto

ESTRAGON: Un arbolillo.




En "Notas y Contranotas" Ionesco habla de sus dos primeras obras como tentativas del mecanismo vacío del teatro. Ensayos de un teatro abstracto, no figurativo, o concreto si se quiere, puesto que no es si no lo que se ve en escena, nace sobre el escenario, es un juego, juego de palabras, juego de imágenes, de concretización de los símbolos. Es decir: un teatro hecho de figuras figurativas. Es por otra parte la revelación de cosas monstruosas o estados monstruosos, o de rostros monstruosos que llevamos dentro de nosotros. Así, para muchos estudiantes de teatro que han tenido que pasar por montajes de las obras de Ionesco, representarlas significa constatar el desmoronamiento de sus realidades escénicas, ver cómo se transforman y se destruyen para dar lugar a realidades monstruosas.




El teatro debe extrapolar esta experiencia absurda a la vida del espectador, o si se quiere, el absurdo vital debe extenderse a la forma teatral, de manera que los elementos dramáticos como el diálogo, el escenario o el vestuario se vuelven absurdos, pierden su sentido lógico y racional. La propia línea de acciones en escena se basa en situaciones sin explicación y preguntas que quedan sin respuesta. Este teatro, además de la falta de sentido en la vida humana y la soledad, pretende exponer la dificultad o imposibilidad de la comunicación efectiva entre las personas. Al respecto de la filosofía del absurdo, G.E. Wellwarth dice que "el hombre vive en el mundo pero no lo entiende ni entiende su función en él. Es un extraño, un desplazado, colocado en el centro de un mundo que se le antoja un alucinante vacío. En este desierto el hombre opera anestesiándose mediante creencias artificiosas, más o menos plausibles: sumergiéndose en una cómoda rutina que le proporciona la sensación de tener algún significado, engañándose a sí mismo con la convicción de que no está solo. Ionesco se concentra principalmente en mostrar a su público la soledad en que se encuentran los seres humanos y la insensatez de las acciones cotidianas que constituyen la mayor parte de su existencia terrena." De esta manera sus obras llevan la cotidianidad humana hacia lo paradójico, para que el espectador se sorprenda y hasta se ría de su propio absurdo. Más allá de la mera ridiculización de situaciones banales, las obras de Ionesco dibujan de modo tangible la soledad de los humanos y la insignificancia de la adoración a ídolos vacíos, entre otros temas.





Las obras de Ionesco son fundamentales para el teatro del Siglo XX y son lecturas relevantes en los estudios de teatro. El teatro La Huchette, del bohemio barrio latino de París lleva presentando "La Cantante Calva" ininterrumpidamente desde su estreno en los años cincuenta.


Kenny Oñate

Lo vergonzante de vivir más de 25 años en este mundo

Pocas otras biografías -La de Freddie Mercury, por ejemplo- Denotan una auténtica inquietud de espíritu, angustia y desesperación por vivir y por ver como la de Andrés Caicedo.

Con tan solo 25 años se suicidó, una vez que recibió en sus manos la copia de su novela publicada "Qué viva la música" de una editorial argentina. En ella escribe que es una vergüenza vivir más de 25 años en este mundo, convirtiendo a su suicidio en un acto de honestidad.






Andrés Caicedo era descrito como un adolescente flaco, esmirriado, débil, de gafas y pelo largo del que pocas personas en su natal Cali sabían era escritor y probablemente la voz más autorizada para hablar de cine en Colombia durante los primeros años de la década de los setenta. Fue un niño genio, un "nerd moderno" de esos que son tremendamente indisciplinados e inquietos, rebeldes y mitómanos; tuvo que ser expulsado de cinco colegios antes de obtener su bachillerato.




Caicedo no desperdició ni un minuto desde la niñez, era porque ya tenía un "fin" escrito para él; consecuente con esa idea de que era vergonzante vivir más de veinticinco años en este mundo y con la terrible, casi patológica angustia por vivir que lo aquejaba y que esta vida no habría podido satisfacer nunca; Caicedo vivió más que muchos de los que viven hasta los ochenta. Durante su adolescencia y temprana juventud conoció y experimentó un amor auténtico y sin límites por las letras, el cine, el teatro y la música. Fue un lector voraz; por el pasaron escritores como Cortázar, Borges, Carlos fuentes, Gabriel García Márquez, Onetti, Benedetti, Mario Vargas Llosa, Henry Miller, Ian Fleming, Daniel Dofoe, Carpentier, Edgar Allan Poe y muchos otros.



Leyó probablemente todas las obras de teatro de Eugenio Ionesco y para la edad de 17 años ya había montado tres de ellas, escribió sus propias obras y a los dieciséis ganó el Primer Premio en el Festival de teatro estudiantil de Cali con su obra "La piel del otro héroe". También adaptó y dirigió obras de Triana y de Pinter. Se formó con Enrique Buenaventura, maestro del teatro independiente colombiano en el taller de teatro experimental de Cali. Escribió en sus cuentos "Calicalabozo" y "Calibanismo" sobre la suciedad y la doble moral de la sociedad caleña y de los jóvenes con quienes se educó, en un ambiente de salidas a rumbiar, droga y libertinaje sexual. Entre la edad de 18 años y 25 años, es decir entre el 69 y el 76 tuvo su período más prolífico, en el que completó cuentos, obras de teatro, guiones para cine y su célebre novela "Qué viva la música". Con 18 años ya había obtenido el Premio de Cuento de la Universidad del Valle y el Segundo lugar en el Premio Latinoamericano de Cuento de la Revista Imagen





Lideró el Cineclub de Cali, una casona al estilo "The Factory" de Andy Warhol en donde otros jóvenes debatían y criticaban las películas que Caicedo decidía proyectar. En el año 70, con 19 años ganó el Primer Concurso Literario de Cuento de Caracas.





Su obra habla sobre las problemáticas sociales en el universo urbano contemporáneo, a diferencia del realismo mágico, que si se quiere era la "Literatura dominante" del contexto temporal en que vivió Caicedo; que se centra en un universo rural extemporáneo. De esta manera, su obra se convirtió en un hito para las nuevas narrativas latinoamericanas, alejadas del "boom", se detecta gran influencia Caicediana en los nóveles escritores colombianos, un ejemplo de ellos es la novela "Opio en las nubes" de Rafael Chaparro.


Es debido a esta renovación en la temática que plantea Caicedo; que Alberto Fuguet se refiere a él como "El primer enemigo de Macondo" y al respecto de su suicidió escribió: "Caicedo es el eslabón perdido del boom. Y el enemigo número uno de Macondo. No sé hasta qué punto se suicidó o acaso fue asesinado por García Márquez y la cultura imperante en esos tiempos"



A Caicedo no lo mató García Márquez. Caicedo fue sobretodo una "persona diferente" atormentado y angustiado por vivir y por ver; su obra es una muestra fiel de esa autenticidad ontológica y ni de lejos, jamás por la mente de Caicedo debe haber pasado la idea de ser un "enemigo de Macondo". Él escribía como parte de sus depesespero por vivir, vivió y se mató de forma consecuente con su pensamiento. Fuguet simplemente se aprovecha de este hecho para plantear la coyuntura de "los enemigos de macondo" en la historia de las literaturas latinoamericanas.






Sus cuentos fueron recogidos tras su muerte por sus familiares y amigos y han sido publicados por norma de manera póstuma a partir de la década de los 90 en varios libros: "Calicalabozo", "El libro negro de Andrés Caicedo", "Calibanismo". En su novela "Qué viva la música" se puede apreciar a un escritor de inteligencia excepcional, capaz de evocar y recordar con una facilidad increíble, cosas que ha visto o escuchado anteriormente. Cinéfilo, Fanático de los Rolling Stones y de la historia de la música, ávido lector y escritor prolífico, pero sobretodo diferente, auténtico y consecuente con esa angustia por vivir que este mundo no puede satisfacer; así fue Caicedo.


Kenny Oñate

Lo que sale de las librerías

En esta ocasión, les voy a hablar sobre dos libros ecuatorianos que la primera vez que pregunté por ellos en las librerías tuve el placer de escuchar: "Está agotado"


Escuchar que un libro está agotado es un buen indicio, lo primero que viene a la mente de uno es: "Ese libro se vende", debe tener varios aspectos positivos que hace que los lectores se interesen por él. Es grato saber que libros de autores ecuatorianos salen de las librerías y al revisar blogs sobre literatura, se pueden encontrar varios reveiws sobre ellos, lo que habla aun mejor: "Esos libros se leen"



Body Time
Gabriela Alemán
Editorial Planeta, 2003






Body Time inicia con el hallazgo de un cadáver y se desarrolla en torno a los acontecimientos que rodearon la muerte de un prominente académico norteamericano a quien pertenece ese cuerpo. Es una novela de lenguaje sobrio, elegante, exquisito; que envuelve, atrapa y crea por sí mismo. Los personajes giran en torno al deseo, dialogan sobre él y sus implicaciones en la condición humana; el deseo de un hombre salir de la mediocridad valiéndose de otros, el deseo de una mujer de convertirse en académica reconocida en un ambiente universitario altamente competitivo, el deseo de un hombre de drogarse y experimentar sobre su sexualidad.



Repleta de referencias musicales sobre Jazz y Blues, la historia avanza en un escenario perfecto: Nueva Orleans, una ciudad que siempre se ha presentado tal como es, que en su tiempo fuera una gran burdel al que llegaban los piratas para esconder sus tesoros; es en Body Time una ciudad en donde el letrero "Thou shalt not kill" debe estar presente como para recordarles a los transeúntes que asesinar es un pecado, una ciudad donde se puede encontrar crack a cualquier hora del día, de cafeterías, de un subido ambiente académico universitario, pero también de casas en donde se dan fiestas de máscaras que terminan en orgías.

Un libro para leer con intriga y fascinación hasta el final y una lectura altamente recomendable.



Atacames Tonic
Esteban Michelena
Paradiso Editores, 2008




Atacames Tonic llama la atención desde su portada, parecería que se trata de una novela gráfica, de un cómic, y es en efecto la estructura que sigue la novela, capítulos cortos como viñetas: cada viñeta representa una acción; se aprovecha al máximo el lenguaje para narrar la vertiginosa historia de una sola noche el la que "Chico" deberá escapar de la mano de una negra bellísima y descomunal de la que se ha enamorado "La Niña".



Tiene buen ritmo y es entretenido de leer. Está escrito desde una verdadera y auténtica fascinación por el ambiente urbano de Atacames y por lo afro ecuatoriano; así el autor rescata mucho del lenguaje coloquial de los habitantes de Atacames, imprimiéndole voz a algunos de sus mitos y creencias. A la vez que plantea un amor joven, fresco, movido por lo erótico y por el vértigo; muestra también un amor viejo, distante, frío, nostálgico entre otros dos personajes auténticos y fascinantes.

Una aventura vertiginosa, acelerada y repleta de acción, así resulta Atacames Tonic.


Kenny Oñate

Tu compañía


Kenny Oñate


“Y como un lobo voy detrás de ti,
paso a paso,
tu huella he de seguir”

Como un lobo, Miguel Bosé


Me acerqué para acariciar tu cabeza y al hacerlo me encontré con tus ojos nobles, temerosos. Me quedé sentado un rato junto a ti, bajando la mirada cuando pasaba alguien, porque eras el indeseado del barrio; el que los adultos querían lejos de sus hijos. Estábamos como a cuatro calles de mi casa y te pedí que me siguieras, jamás me había tomado tanto tiempo llegar, deteniéndome en cada esquina para esperar a que orinaras, como los alcohólicos cuando han bebido demasiado, llamándote cada cinco pasos para convencerte de que me siguieras. Abrí la puerta y te pedí que esperaras para cerciorarme de que dentro no hubiera nadie que me impidiera invitarte pasar, tomé un pan, te lo di esperando disminuir con él tu excesiva flaqueza, producto de días en el abandono y, finalmente te hice pasar. Estaba harto de que te quedaran viendo feo, de que los carros lastimaran tu rostro y tus miembros cuando salían de sus casas como si no estuvieras allí. Aquel día acabaste con mi soledad, te convertiste en mi amigo, mi cómplice y compañero. Desde aquel día, cada que llego a casa te abalanzas sobre mi rostro, tumbando la puerta ni bien la abro mientras agitas alegre tu cola y no dejas segmento de mi rostro sin lamer.

Nostalgia Ciega

Por: Kenny Oñate






A Mariana, descansa viejita



-Viejita, regrésate ya mismo para los Estados Unidos.

-No, ya te dije que no. Me voy a quedar por aquí dos meses más.

-Pero viejita, por favor. Allá vas a estar bien. Ya llevas mucho tiempo en Ecuador. Regrésate.

-No mijito. No que yo te deba explicaciones, pero estoy muy contenta paseando con la negra. Ayer fuimos a Bahía en gabarra y mañana vamos a visitar Canoa. La negra quiere ir hasta Pedernales para pasar visitando a su abuelita Santa.

-Si ve abuelita, todos esos trajines, de gana. Regrésate viejita por favor.

-No mijito, ya te dije que no.

-Por favor abuelita regrésese. Si le pasa algo allá va a estar bien atendida.

-No me regreso, además, qué me va a estar pasando.

-Viejita esta semana te vuelvo a llamar y de seguro te convenzo pero ya me tengo que ir.

-Está bien hijito, Dios me lo bendiga mucho, a su esposa y a mis bisnietos.


Santiago abandonó el locutorio para ir a atender el restaurante de comida Manaba que hace poco había abierto con su esposa en Madrid. Hace una hora lo había llamado el médico que atendió a la Señora Mariana para comunicarle que tenía cáncer de útero en cuarta etapa y que él era el primero al que avisaba, que le pidiera a la señora que deje Ecuador ya que sabía que en los Estados Unidos ella contaba con el Social Security, que lo mejor sería que se haga ver allá.


Mariana siguió paseando por las tierras de su amado Manabí y jugando naipe cada noche con la negra, cumplidos los dos meses iniciaría su lucha contra el cáncer allá, en esas tierras del norte.

José Saramago


Hoy tuve que escoger una bonita foto tuya y animarme a escribir esto sobre ti. Fuiste sensible, humano y compasivo. A veces me preguntaba sobre tus batallas; porque fuiste un luchador acérrimo contra ese patético monstruo que es el cristianismo contemporáneo de occidente, porque para llegar al nivel de reflexiones sobre la condición humana de tus novelas, debías estarla confrontado constantemente y pocas cosas me parecen tan duras. Porque debías haber estado reflexionando y pensando, observando todo el tiempo, llevando esta lucha interior contra ese gran monstruo desde uno de los campos en los que es más difícil sacar adelante las cosa; el intelectual. En 2006 escribiste sobre tu infancia en casa de tus abuelos, porque eras sabio como pocos y sabías que era hora de recoger tus pasos. Luchaste contra el Dios malo, el dios vil, el de los cristianos hasta el final de tus días. En una de las novelas que más me ha impactado en la vida, mostraste un Jesús hombre y humano, víctima propiciatoria de ese "Dios". En una verdadera obra maestra, mostraste a la sociedad de inicios de siglo lo injustos y deshumanos que somos en una paradoja tan verosímil que obliga a abrir los ojos a cualquiera, en una ficción que inevitablemente nos devuelve un poco lo humano. Fiuste íntegro a ti mismo hasta el último como los verdaderamente grandes y con tu estilo único y tu pensamiento dejaste al mundo un legado impalpable pero inmenso. En donde quiera que estés: paz. Que sea tu muerte como fue tu vida: sabia.
Kenny Oñate

Te invito a Diakronías







Kenny Oñate Quiroz (Quito, 1991)
Sus cuentos han sido premiados en el Concurso Literario Día del Libro y de la Rosa y en el Concurso Intercolegial de Relatos de la USFQ. Actualmente cursa segundo semestre de Medicina en la “Universidad Central del Ecuador”, participa de los talleres literarios de la Casa de la Cultura Ecuatoriana y de los talleres de teatro de los laboratorios de arte comunitario del Municipio de Quito.




Darwin Stalin Morejón (Guaranda 1982)
Ha estudiado Filosofía y Teología en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Es Licenciado en Comunicación Social por la Universidad Central del Ecuador. Ha integrado talleres de literatura y periodismo en la misma Facultad, integrando los Talleres de Literatura de la CCE, entre 2008 y 2009. Actualmente prepara su primer libro de cuentos.

Adriana Jacqueline Erazo (26 años)
Estudiante de 8vo. Semestre de Comunicación Social de la UTPL. Miembro de los talleres de la CCE desde enero de 2009. Se considera una narradora alegre.


Fausto Ramos Romo

Estudió Informática, Administración y Manejo de Proyectos, parafraseando lo que un literato dijo alguna vez, concluiría que la Informática es su esposa, pero la Literatura es su amante. Es creador de una página Web de Motivación a Autoayuda denominada
www.Audiorealizate.com Forma parte del comité organizador del concurso de Microrelato Kitu te Kuenta, que se realizará para las fiestas Decembrinas. Trabaja en Sistemas para Banco Pichincha. Es tallerista de la casa de la cultura. Tiene como planes lanzar este año su primer Libro de Cuentos que resalte la riqueza cultural, histórica y etnográfica que tiene Ecuador.

Apuntes sobre Paraliteraturas

Por: Kenny Oñate



Hablar sobre paraliteraturas implica la aceptación de que existen dos tipos de producciones literarias, la “literatura culta” y todas las otras producciones literaturas englobadas dentro de lo que se conoce como “Paraliteraturas”. Establecemos lo que es “Literatura” porque nos llega en forma de legado a través del sistema escolar, en el colegio nos hacen leer tal autor o tal obra porque su lectura implica estudiar la “Literatura”. Se puede establecer como “Paraliterario” la producción literaria marginal y de masas. Sin embargo, a nivel teórico, ya que no existe una “ciencia de la estética” es difícil, sino imposible establecer qué parte de la producción literaria es “culta” y qué parte es paraliteraria. En consecuencia, los estudios hechos en este campo, no se concentran en la línea que establece la ruptura entre lo literario y lo paraliterario, sino en las relaciones que existen entre estos dos tipos de producciones.


La literatura se puede definir como una institución; el ensamblado de un sistema de valores estéticos, éticos y morales que conforman juntas las obras que la humanidad a lo largo de los tiempos ha pretendido conservar, ya que son representativas para su “cultura” o porque son muestras de “civilización”. Literatura es una institución que se nos hereda, los autores y obras que se pretenden conservar están en una especie de catálogo o de museo; se nos enseña a leer a Cervantes, a Dante, a Homero porque son “obras literarias” que han logrado entrar dentro de este catálogo de obras que la humanidad debe conservar, se nos enseña que “eso es Literatura”. Un texto “paraliterario” es aquel capaz de subvertir el campo de lo que se conoce y acepta como “literario”, la existencia de este tipo de textos pone en riesgo a la “institución literaria” ya que revela el carácter arbitrario con el que se establece lo que es y no es “literario”.


Un texto paraliterario se desarrolla a partir de la percepción y la manifestación de una diferencia, y de la afirmación de ésta, al intento de reivindicarla. Creando así una amenaza constante para el dogmatismo y el etnocentrismo literario. El proceso paraliterario existe para recordarnos que existen las diferencias. No existe una naturaleza del texto paraliterario, sino múltiples modalidades de subvertir el campo literario. Paraliterario es toda la vasta producción literaria excluida del catálogo de “textos literarios” que puede subvertir, cuestionar y contraponerse a éste sistema.


Bernard Mouralis en su libro “Les contre-littératures” dice que “es susceptible de entrar en el campo de las contraliteraturas todo texto que no es percibido y transmitido –en un momento dado de la historia– como parte de la Literatura”.


Entre éstas, se encuentran por ejemplo; las Literaturas Orales. El conjunto de textos producidos y transmitidos oralmente abarca mitos y narraciones mitológicas, proverbios, cuentos, adivinanzas, canciones, chistes, anécdotas. Al respecto de las literaturas orales Mouralis dice “La literatura oral no se trata de un legado antiguo, sino que se inventa y se reinventa constantemente”.


Mouralis cita como ejemplo de contraliteratura a los textos aparecidos en Francia a finales del siglo XVI a partir de la idea de publicar textos de necesidad popular reduciendo al máximo el costo de producción. Novelas medievales y vidas de Santos fueron adaptadas a libros pequeños de acceso popular. El éxito de estos llevó a que se produjeran así almanaques, textos de Medicina, de Astrología, de profecías, de hechicería, recetarios de cocina, guías de viaje, reglas de juegos, partituras, manuales de cortesía, sainetes, obras de teatro, inventarios, tratados didácticos. El conjunto de textos editados así, se denominó La bibliotheque bleu debido al color del papel con el que se envolvían las obras. Éstas diferían de la “Literatura Culta” de la época en muchos aspectos; para empezar estaban dirigidas a un pueblo no culto. Abordaban temas diferentes y de diferente forma que la Literatura culta. Abordaban lo cotidiano, como el caso de los almanaques. Pero diferían sobretodo en su uso del lenguaje lo que hizo que estas obras constituyeran verdaderos “contradiscursos” de varios tipos.


Otro ejemplo citado es la Novela popular, la cual subvirtió a la Literatura culta en la medida en la que presentó a los lectores, una visión diferente de la sociedad en la que el héroe no tenía que ser un noble, podía ser parte del pueblo, un criminal o un justiciero. Esto representó durante los siglos XVIII y XIX un riesgo creando el concepto de “clases sociales peligrosas” que podían poner en riesgo el estatus de la burguesía; en esta medida Mouralis deja ver como la Literatura ha sido utilizada como “mecanismo de control”, las novelas “cultas” enseñaban al lector que el plebeyo era pícaro y representaba antivalores, mientras los respectivos contradiscursos de éstas: las novelas populares enseñaban al pueblo que ellos también podían salir adelante por su propio esfuerzo. Muchos escritores de este tipo de textos fueron leídos e influenciaron el pensamiento de Victor Hugo y de Balzac.


Mouralis dice que en el mundo contemporáneo podemos comparar a las novelas policíacas, a la ciencia ficción, y a las novelas gráficas con lo que fue la novela popular, ya que éstas representan, para el lector otro sistema de referencias, otra cultura que se ha desarrollado fuera de las estructuras de la tradición literaria.


El campo contemporáneo de las paraliteraturas no está constituido solamente por este tipo de obras, sino que fuera de la categoría de “obras” se debe tener en cuenta todo el conjunto de textos y signos que se producen y se transmiten fuera de las estructuras de la cultura literaria en un momento dado de la historia y que sean susceptibles de captar la atención de un público, ejemplos de esto son los afiches, los logos publicitarios, el grafiti, los diarios de desconocidos, los testimonios, las cartas.


La crítica y el legado literario establecen como “texto” aquellos que se caracterizan por la utilización de un “lenguaje literario”, alejado de lo banal y de los estereotipos. Los grafitis, textos sin autor que aparentemente no pertenecen a nadie en particular y que nos pertenecen a todos, no son concebidos por los espectadores como parte de la creación artística, sino como una presencia; llevan consigo una real eficacia poética y afectiva, poniendo en evidencia que todo texto es poético y que no es entonces el poeta el que crea la poesía, sino como dijo Jacques Ehrmann; “El lenguaje crea al poeta”.


Mouralis pone de manifiesto que “los diversos tipos de textos que no son considerados por la tradición literaria deben ser considerados en función del lugar que ocupan con respecto a la cultura dominante”. Estos textos pueden ser la expresión de una voluntad de oponerse deliberadamente a la cultura dominante y a las situaciones de la que ésta es expresión. En su libro, Mouralis habla de la existencia de un “Imperialismo Cultural” que se hace evidente en el concepto de “Literatura Mundial” que privilegia abusivamente al mundo europeo y que nunca ha correspondido a una verdadera voluntad de rescatar las obras del mundo. El ejemplo planteado es el de la enciclopedia de 1900 que catalogaba 1100 autores aproximadamente, solo 47 no europeos. De manera que para un adulto de la época, la literatura “mundial” consistía básicamente en la literatura “europea”.


La arbitrariedad con que se establece la línea que separa la “literatura” de la “paraliteratura” pone en videncia la problemática del etnocentrismo y del “imperialismo cultural”. Es así como se ha creado el concepto de “etnoliteraturas” para marginar cierta parte de la producción paraliteraria que no corresponde a la etnia de la cultura dominante, es decir, todas las literaturas centradas en los pueblos son “etnoliteraturas” por el simple hecho de no ser “Literatura Europea”. En la instrucción secundaria se nos enseña sobre los romanticistas y los modernistas en la literatura ecuatoriana, porque son categorías que se encuentran en la Literatura Europea, es decir categorías que nos vienen dadas por la cultura dominante; sin embargo jamás se nos habla sobre literatura andina por ejemplo, porque estudiarla no corresponde al estudio de la Literatura, sino más bien de ciencias como la Antropología o la Etnografía bajo la concepción de la cultura dominante.

Nostalgia Ulterior


Por: Kenny Oñate


Sí ve mamá, yo le dije que el Juan Carlos me había salido bien inteligente. Ayer llegó feliz diciendo que había sacado veinte en computación. Se acuerda del Mario mamá, el que me dejó embarazada del Juan Carlos, sí ese era bien inteligente, qué será de él. Seguirá de albañil, aunque con tanto trago quién sabe si siga por ahí. Hoy no había mucho que hacer en la casa de la Señora Rosa, solo llegó la señorita con una amiga de la universidad a pedir almuerzo, aproveché para limpiar la refri y me despedí. Muy buena gente es la señora Rosa mamá. Si usted la viera. Por qué será que todas esas señoras con nombre de flor son tan lindas y huelen bien. A las cuatro ya estaba en la peluquería, vino un joven, mamá a hacerse rebajar como tres meses de pelo viera. Pero que quería no se qué cosas, yo le dije al Edwin que lo atienda, ese Edwin luego se me burlaba diciendo que le huyo a los clientes. Dos tinturas hice hoy, y ya no hubo más clientes. Saliendo me acordé de pasar por la papelería comprando una lámina de los mamíferos que me pidió la Catalina que le lleve y una goma que ya no dizque tiene. Si la viera a esa muchacha mamá, todo anda perdiendo. Bueno mamita, la dejo que me voy a hacerle la merienda a los muchachos. Mire mamita, le traje estas flores, aquí a un ladito se las pongo.

Ana Luisa salió despidiéndose del conserje, le tomaría una hora llegar desde el cementerio a su casa.

La muerte de El Guardián Entre el Centeno



Si una persona me pregunta Qué libros creo que debería leer –Muchos de mis amigos se conocen esta respuesta de memoria– Sin dudar respondo: “La Divina Comedia” de Dante Las Obras Completas de Palacio, “Opio en las Nubes” de Rafael Chaparro, “El Señor Presidente” de Asturias y “El Guardián entre el Centeno” de Salinger, no necesariamente en ese orden y muchas veces solo digo El Señor Presidente y El Guardián entre el Centeno.

Si alguno de ustedes escribe “El Guardián entre el Centeno” o The Catcher in The Rye en su buscador encontrará miles de artículos y millones de referencias culturales, cinematográficas, literarias y musicales. Esta obra es todo un hito en la narrativa norteamericana del siglo XX. Leí por primera vez el libro prestado de una biblioteca, después, como me gustaba mucho lo compré para volverlo a leer. Debería poner aquí algunas citas del libro, pero mi ejemplar lo tiene una de las profetisas honorarias de la galaxia que anda por Irlanda, así que me van a faltar esas citas, algunas referencias y también puede que haya ciertas imprecisiones, por lo cual me disculpo pero no quiero hacer de este un artículo muy académico, simplemente quiero escribir lo que siento.

La obra fue publicada en el 51, pero no se volvió famosa hasta la década de los setentas. Jamás fue el típico bestseller, es más creció como obra de culto, se hizo famosa de boca en boca y porque en cierta parte de los setentas su lectura fue altamente censurada. Se creía que la obra creaba potenciales asesinos, en la actualidad “El Guardián entre el Centeno” es uno de los textos de lectura obligatoria en la instrucción secundaria norteamericana y ahí tiene que además de asesinos, ha contribuido a la formación de banqueros, políticos, médicos y un abundante etcétera.

Yo considero la obra como de lectura fundamental en la formación literaria porque a mi modo de ver es una de las pocas que retrata adecuadamente el mundo adolescente; la historia sucede en las vacaciones de Navidad de cuando Holden Caufield tiene 16 años después de haber sido expulsado nuevamente del colegio. Holden es un sujeto problemático, cínico, con bajas calificaciones, con la angustia sexual típica de esa edad; pincelado por Salinger como un adolescente normal. Sin embargo Holden debajo de todo ese cinismo y esa actitud problemática se diferencia fundamentalmente de los otros jóvenes por su percepción de las demás personas. En el primer capítulo, tras alistarse para dejar el colegio, visita a uno de sus profesores; el profesor despierta repugnancia en Holden; es un viejo que vive en una casa que huele a naftalina por todo lado, despierta asco; el viejo empieza a hablarle de cosas que un joven no quiere oír, pero a la vez despierta compasión, al final aun cuando tenía pensamientos horribles y groseros, se despide amablemente del profesor y de su esposa prometiendo regresarse. Holden se refiere a uno de sus hermanos mayores diciendo Está prostituyéndose en Hollywood. Y a sus compañeros del colegio como Ese sujeto es tan falso. O Si hay alguien que realmente pude ser hipócrita ese es Stradlater. Las personas que conocen mi discurso saben cómo me refiero al mundo de la juventud y al mundo universitario, a veces soy capaz de gritar Todos los universitarios andan atrás de alcohol y prostitución. Todos son unos cínicos y unos falsos. Toda la gente es hipócrita. No porque me sienta así respecto a la generalidad de las personas, sino porque es lo que siento. A donde voltees a ver hay cinismo y falsedad y gente aprovechándose de otros. Cuando estás en la universidad, se siente tan malo ver a las personas simplemente a la cacería de parejas sexuales.


A pesar de la angustia sexual que atraviesa, Holden rechaza que le envíen una prostituta a la habitación del hotel donde se aloja. Dice que no habría cobardía peor. Casi al principio describe como Stradlater solo enamoraba a las chicas para podérselas llevar al asiento trasero de su auto. Mientras Holden habla de una de sus ex novias cono una boba. Dice Al principio no me daba cuenta de lo tonta que es porque siempre está hablando de Teatro y Literatura, cuando una persona habla mucho de esas cosas es difícil darse cuenta de lo tontas que son. Me maté de la risa cuando leí eso, porque sí hay personas así. En fin, Holden en su relato va maldiciendo a todos y todos le parecen unos falsos o personas muy huecas con las que no podría conversar de nada. Juzga a las personas de una forma muy difícil y esto lo hace ver bastante alejado de lo humano. Sin embargo, Salinger se las arregla para devolverle el componente humano, casi al principio de la obra Holden se siente mal recogiendo sus cosas por nunca haber usado unas botas para nieve que su madre le envió, siente como si hubiera desperdiciado el dinero de sus padres, aun a pesar de lo acomodados económicamente que éstos son.


Uno de los hermanos mayor de Holden trabaja en Hollywood y el otro –si no me equivoco– trabaja como economista o en finanzas, el punto es que es un profesionista, Holden viene de un buen hogar y sin embargo no se siente identificado tampoco con sus hermanos mayores o con sus padres, la única persona por la que se puede percibir siente cierta afinidad es por su hermana menor que todavía está en la escuela. Al final de la novela, Holden entra a su casa sin que sus padres lo noten, la única que sabe de su presencia allí es su hermana menor. Holden le cuenta que ha sido expulsado del colegio y ella le pregunta qué quiere ser, qué quiere hacer cuando sea grande a lo que él responde: ¿Recuerdas esa canción que dice “Cuando un cuerpo encuentra a otro cuerpo, cuando van entre el centeno”? Entonces empiezan a discutir, ella le aclara que no es una canción, se trata de un poema escocés medieval. Holden le recuerda a su hermana la imagen de esos niños corriendo sin ver hacia el abismo entre el campo de centeno, con un espantapájaros que alarga sus brazos para regresarlos antes de que caigan y le dice Eso quiero ser, quiero ser como ese guardián entre el centeno. Me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura. Símbolo éste que encapsula la profundidad y trascendencia de esta obra, Holden rechaza lo falso y lo hipócrita, sintiéndose así poco identificado con sus congéneres y con la generalidad de las actividades humanas, pero esto es precisamente porque es consciente de que el también puede ser falso, de que ha fumado, ha bebido alcohol y a utilizado a otros, en ese transitar por la adolescencia, pero él es capaz de mirar con añoranza sus valores infantiles y querer volver a ellos. Eso simboliza un Guardián entre el Centeno alargando sus brazos para salvar a los niños que corren alegres sin darse cuenta que van a caer por un abismo, representa el decadentismo de los valores infantiles y le pérdida de la inocencia durante el paso por la adolescencia pero con esa capacidad de voltear a ver la infancia con nostalgia y querer volver a ella.


Me pasó a mí y creo que a muchos, esperar mi primer beso con lengua, con la niña más bonita del curso, solo porque era la más bonita. Haber tenido mi primera borrachera mintiéndole a mis padres, diciéndoles que me iba a otro sitio y sentir que traicionaba gran parte de mí, de lo que realmente soy y de lo que aprendí en mi hogar. Tantas son las veces que me he sentido falso y cínico y puedo haber engañado a todos, pero yo no engaño al niño que fui, él siempre estará ahí para reprocharme. Es por eso tal vez que este libro me tocó tan fuerte, porque me sentí muy identificado con el discurso de Holden. Me sucede que en cuanto termino de leer un buen libro lo primero que me pregunto es de qué mente salió esto. Qué persona hay detrás de esto, qué debe haber estado pensando cuando esto se le ocurrió. Los libros de Salinger, por clausula contractual impuesta por él mismo. No deben llevar ninguna foto en la portada, ninguna foto de él, ninguna biografía de él, ningún prólogo u otro tipo de revisión. Según Salinger el libro debe hablar por sí mismo y lo hace.


Las referencias a “El Guardián entre el centeno” son abundantes; Alessandro Baricco le puso “Holden” a su escuela de escritores y afirma que Holden es “la persona que más admira”. Mark David Chapman, el asesino de Jhonn Lennon pidió que se leyera un pasaje de la obra en su juicio, aduciendo que su defensa se encontraba en ese pasaje.John Honckley Jr, quien intentó asesinar a Ronald Reagan también declaró encontrarse obsesionado con el libro. El nombre del libro de título a una de las canciones del álbum Chinese Democracy de Guns n’ Roses. Se han hecho numerosas tesis y estudios sobre el libro, entre los que se encuentran una reseña escrita por Herman Hesse en su libro Escritos sobre Literatura. Películas como Descubriendo a Forrester y Field of dreams cuentan con Salinger como personaje ficticio.


A pesar de la fama de su obra, escasos son los datos biográficos certeros que se pueden encontrar sobre Jerome David Salinger, se sabe que vivió en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y que allí le confesó a Hemingway que quería ser escritor, publicó El Guardián entre el Centeno en 1951 fecha a partir de la cual se convirtió en un ermitaño, se encerró en su casa en un pequeño pueblo semirural de los Estados Unidos, jamás se dejó fotografiar o entrevistar y jamás dio una rueda de prensa. Tuvo un hijo y una hija. Su hija publicó un libro El Guardián de los Sueños (sí, claro) en el que describía a su padre como un sujeto maniático con un trastorno del habla conocido como glosolalia, que bebía su propia orina y que mantuvo a su esposa en total aislamiento. Aún si esto es verdad, qué vendida! Yo no le haría eso a mi padre. Otros datos a los que se pude tener acceso son por otros vendidos con los que Salinger mantenía correspondencia y que decidieron vender las cartas a las editoriales y a las personas interesadas en publicarlas. Su hijo es un actor menor de Hollywood conocido por ser uno de los primero intérpretes de “El Capitán América”. Nueve años después de El Guardián entre el centeno publicó Nueve cuentos en el que dedica un cuento a las experiencias que vivió durante la Segunda Guerra mundial. En 1963 publicó una colección de novelas cortas. Siguió escribiendo, pero jamás volvió a publicar.


Salinger ha influenciado a toda una generación de escritores norteamericanos entre los que destacan Lemony Snicket, John Updike, Harold Brodke y Philip Roth. Salinger fue coherente entre su forma de vivir y la profundidad de su obra, si todos éramos unos falsos, entonces por qué tener algún contacto con nosotros. Sylvia Plath decía que confiaba más en los microbios que en los seres humanos y se suicidó, su suicidio fue sobre todas las cosas un acto de honestidad, al igual que la forma en que Salinger llevó su vida. Andy Warhol fue honesto, dijo Para entender mis cuadros hay que mirar la superficie, detrás no hay nada pero llevó una vida excéntrica, a Andy Warhol le perdono lo excéntrico por lo honesto, pero a Salinger no, porque considero que la excentricidad es una decisión, se puede decidir serlo o no serlo, nadie nace excéntrico. Me habría gustado tan solo una vez escuchar algo que haya dicho Salinger en una entrevista, que nos haya permitido conocer un poco de la persona que había detrás de su obra, que aun así no habría traicionado ninguna de las conquistas que logró con su obra; entre ellos el admirable logro de al igual que Rafael Chaparro o Malcolm Lowry de sin tener una basta obra publicada, convertirse en un regerente de la Literatura; Chaparro solo publicó Opio en las Nubes que se convertiría en el mayor representante de la literatura sicodélica latinoamericana.


Me enteré de la muerte de Salinger ayer por la noche, justo antes de dormir. Y confieso que me tomó un poco de tiempo alcanzar el sueño porque en seguida me puse a pensar en qué escribiría aquí, quería empezar ese mismo momento a escribir esto. Pensaba en que alguna vez bromeando en una conversación en el taller literario dije que quines eguíamos a Salinger estaríamos contentos si moría porque al fin se podría publicar lo que ha escrito. Pero no era eso lo que sentía, sentí un gran vacío; moría un mito, una leyenda, uno de los escritores que más ha influenciado en mi y en grandes escitores, de entre los que admiten "haber sido influenciados" porque escritores falsos hay para decir de este quiero y de este no. En lo referente a eso yo soy de la idea de Gabriela Alemán, que cada libro que leemos se sedimenta en nosotros, unos más otros menos. Luego, esa imagen de miles de niños corriendo por un campo de centeno sin ver que se dirigen hacia un abismo no me abandonaba, en un momento me desperté con dolor de cabeza al darme cuenta que estaba soñando con eso. El video de la canción Stand inside your love de la banda Smashing Pumpkins está basado en la tragedia Salomé de Oscar Wilde, fue idea de Billy Corgan, el vocalista de la banda; es una adaptación realmente buen de la obra. Me pregunto si Billy Corgan leyó El guardián entre el centeno. Si lo leyera, qué le inspiraría; tanto las canciones como los videos de las canciones Disarm y 1979 como otros temas de la primera mitad de la carrera de la banda tocan la temática de los sentimientos infantiles y de la añoranza respecto a las experiencias y amistades de la juventud. En fin, Jerome David Salinger, escritor excéntrico, huraño, ermita y antisocial falleció el 27 de enero de 2010 a los 91 años de edad. Pero El guardián entre el Centeno, más que la leyenda del libro que leían los asesinos en serie, más que un nombre; el sueño de Holden Caufield, vive para siempre en toda una generación de lectores y escritores.

Kenny Oñate

Nostalgia Previa

Por: Kenny Oñate


-No sos de acá vos
-¡Ni vos!
-Que alegría encontrar otro porteño
-¿Mucho se me nota?
-Sí, no sé. Qué grato escucharte hablar como en Buenos Aires.
-No es muy bueno el español que hablan acá.
-A veces ni te hablan en Español, te dicen cuatro palabras en catalán como si entendieras.
-Exacto.
-¿Y qué hacés acá vos?
-Estudio arquitectura ¿vos?
-Yo vine por el trabajo de mi papá, es consultor internacional.
-¿Hacés el instituto acá vos?
-Sí, el último año. ¿Me veo muy chica?
-No, para nada. En cuanto dijiste lo de tu papá asumí que todavía eras menor, sino, no me daba cuenta. No deberías andar hasta tan tarde sola.
-Ya no soy una nena.
-Solo decía. ¿Para dónde tomás?
-Para el barrio gótico.
-Mirá qué pena. Yo voy en dirección contraria.
Y no volvieron a hablar mientras duró la puesta de sol en el puerto, antes de tomar cada uno su rumbo.

¿Qué es NienPintura?


Un grupo literario, casi nuevo, del Ecuador.