Si una persona me pregunta Qué libros creo que debería leer –Muchos de mis amigos se conocen esta respuesta de memoria– Sin dudar respondo: “La Divina Comedia” de Dante Las Obras Completas de Palacio, “Opio en las Nubes” de Rafael Chaparro, “El Señor Presidente” de Asturias y “El Guardián entre el Centeno” de Salinger, no necesariamente en ese orden y muchas veces solo digo El Señor Presidente y El Guardián entre el Centeno.
Si alguno de ustedes escribe “El Guardián entre el Centeno” o The Catcher in The Rye en su buscador encontrará miles de artículos y millones de referencias culturales, cinematográficas, literarias y musicales. Esta obra es todo un hito en la narrativa norteamericana del siglo XX. Leí por primera vez el libro prestado de una biblioteca, después, como me gustaba mucho lo compré para volverlo a leer. Debería poner aquí algunas citas del libro, pero mi ejemplar lo tiene una de las profetisas honorarias de la galaxia que anda por Irlanda, así que me van a faltar esas citas, algunas referencias y también puede que haya ciertas imprecisiones, por lo cual me disculpo pero no quiero hacer de este un artículo muy académico, simplemente quiero escribir lo que siento.
La obra fue publicada en el 51, pero no se volvió famosa hasta la década de los setentas. Jamás fue el típico bestseller, es más creció como obra de culto, se hizo famosa de boca en boca y porque en cierta parte de los setentas su lectura fue altamente censurada. Se creía que la obra creaba potenciales asesinos, en la actualidad “El Guardián entre el Centeno” es uno de los textos de lectura obligatoria en la instrucción secundaria norteamericana y ahí tiene que además de asesinos, ha contribuido a la formación de banqueros, políticos, médicos y un abundante etcétera.
Yo considero la obra como de lectura fundamental en la formación literaria porque a mi modo de ver es una de las pocas que retrata adecuadamente el mundo adolescente; la historia sucede en las vacaciones de Navidad de cuando Holden Caufield tiene 16 años después de haber sido expulsado nuevamente del colegio. Holden es un sujeto problemático, cínico, con bajas calificaciones, con la angustia sexual típica de esa edad; pincelado por Salinger como un adolescente normal. Sin embargo Holden debajo de todo ese cinismo y esa actitud problemática se diferencia fundamentalmente de los otros jóvenes por su percepción de las demás personas. En el primer capítulo, tras alistarse para dejar el colegio, visita a uno de sus profesores; el profesor despierta repugnancia en Holden; es un viejo que vive en una casa que huele a naftalina por todo lado, despierta asco; el viejo empieza a hablarle de cosas que un joven no quiere oír, pero a la vez despierta compasión, al final aun cuando tenía pensamientos horribles y groseros, se despide amablemente del profesor y de su esposa prometiendo regresarse. Holden se refiere a uno de sus hermanos mayores diciendo Está prostituyéndose en Hollywood. Y a sus compañeros del colegio como Ese sujeto es tan falso. O Si hay alguien que realmente pude ser hipócrita ese es Stradlater. Las personas que conocen mi discurso saben cómo me refiero al mundo de la juventud y al mundo universitario, a veces soy capaz de gritar Todos los universitarios andan atrás de alcohol y prostitución. Todos son unos cínicos y unos falsos. Toda la gente es hipócrita. No porque me sienta así respecto a la generalidad de las personas, sino porque es lo que siento. A donde voltees a ver hay cinismo y falsedad y gente aprovechándose de otros. Cuando estás en la universidad, se siente tan malo ver a las personas simplemente a la cacería de parejas sexuales.
A pesar de la angustia sexual que atraviesa, Holden rechaza que le envíen una prostituta a la habitación del hotel donde se aloja. Dice que no habría cobardía peor. Casi al principio describe como Stradlater solo enamoraba a las chicas para podérselas llevar al asiento trasero de su auto. Mientras Holden habla de una de sus ex novias cono una boba. Dice Al principio no me daba cuenta de lo tonta que es porque siempre está hablando de Teatro y Literatura, cuando una persona habla mucho de esas cosas es difícil darse cuenta de lo tontas que son. Me maté de la risa cuando leí eso, porque sí hay personas así. En fin, Holden en su relato va maldiciendo a todos y todos le parecen unos falsos o personas muy huecas con las que no podría conversar de nada. Juzga a las personas de una forma muy difícil y esto lo hace ver bastante alejado de lo humano. Sin embargo, Salinger se las arregla para devolverle el componente humano, casi al principio de la obra Holden se siente mal recogiendo sus cosas por nunca haber usado unas botas para nieve que su madre le envió, siente como si hubiera desperdiciado el dinero de sus padres, aun a pesar de lo acomodados económicamente que éstos son.
Uno de los hermanos mayor de Holden trabaja en Hollywood y el otro –si no me equivoco– trabaja como economista o en finanzas, el punto es que es un profesionista, Holden viene de un buen hogar y sin embargo no se siente identificado tampoco con sus hermanos mayores o con sus padres, la única persona por la que se puede percibir siente cierta afinidad es por su hermana menor que todavía está en la escuela. Al final de la novela, Holden entra a su casa sin que sus padres lo noten, la única que sabe de su presencia allí es su hermana menor. Holden le cuenta que ha sido expulsado del colegio y ella le pregunta qué quiere ser, qué quiere hacer cuando sea grande a lo que él responde: ¿Recuerdas esa canción que dice “Cuando un cuerpo encuentra a otro cuerpo, cuando van entre el centeno”? Entonces empiezan a discutir, ella le aclara que no es una canción, se trata de un poema escocés medieval. Holden le recuerda a su hermana la imagen de esos niños corriendo sin ver hacia el abismo entre el campo de centeno, con un espantapájaros que alarga sus brazos para regresarlos antes de que caigan y le dice Eso quiero ser, quiero ser como ese guardián entre el centeno. Me imagino a muchos niños pequeños jugando en un gran campo de centeno y todo. Miles de niños y nadie allí para cuidarlos, nadie grande, eso es, excepto yo. Y yo estoy al borde de un profundo precipicio. Mi misión es agarrar a todo niño que vaya a caer en el precipicio. Quiero decir, si algún niño echa a correr y no mira por dónde va, tengo que hacerme presente y agarrarlo. Eso es lo que haría todo el día. Sería el encargado de agarrar a los niños en el centeno. Sé que es una locura; pero es lo único que verdaderamente me gustaría ser. Reconozco que es una locura. Símbolo éste que encapsula la profundidad y trascendencia de esta obra, Holden rechaza lo falso y lo hipócrita, sintiéndose así poco identificado con sus congéneres y con la generalidad de las actividades humanas, pero esto es precisamente porque es consciente de que el también puede ser falso, de que ha fumado, ha bebido alcohol y a utilizado a otros, en ese transitar por la adolescencia, pero él es capaz de mirar con añoranza sus valores infantiles y querer volver a ellos. Eso simboliza un Guardián entre el Centeno alargando sus brazos para salvar a los niños que corren alegres sin darse cuenta que van a caer por un abismo, representa el decadentismo de los valores infantiles y le pérdida de la inocencia durante el paso por la adolescencia pero con esa capacidad de voltear a ver la infancia con nostalgia y querer volver a ella.
Me pasó a mí y creo que a muchos, esperar mi primer beso con lengua, con la niña más bonita del curso, solo porque era la más bonita. Haber tenido mi primera borrachera mintiéndole a mis padres, diciéndoles que me iba a otro sitio y sentir que traicionaba gran parte de mí, de lo que realmente soy y de lo que aprendí en mi hogar. Tantas son las veces que me he sentido falso y cínico y puedo haber engañado a todos, pero yo no engaño al niño que fui, él siempre estará ahí para reprocharme. Es por eso tal vez que este libro me tocó tan fuerte, porque me sentí muy identificado con el discurso de Holden. Me sucede que en cuanto termino de leer un buen libro lo primero que me pregunto es de qué mente salió esto. Qué persona hay detrás de esto, qué debe haber estado pensando cuando esto se le ocurrió. Los libros de Salinger, por clausula contractual impuesta por él mismo. No deben llevar ninguna foto en la portada, ninguna foto de él, ninguna biografía de él, ningún prólogo u otro tipo de revisión. Según Salinger el libro debe hablar por sí mismo y lo hace.
Las referencias a “El Guardián entre el centeno” son abundantes; Alessandro Baricco le puso “Holden” a su escuela de escritores y afirma que Holden es “la persona que más admira”. Mark David Chapman, el asesino de Jhonn Lennon pidió que se leyera un pasaje de la obra en su juicio, aduciendo que su defensa se encontraba en ese pasaje.John Honckley Jr, quien intentó asesinar a Ronald Reagan también declaró encontrarse obsesionado con el libro. El nombre del libro de título a una de las canciones del álbum Chinese Democracy de Guns n’ Roses. Se han hecho numerosas tesis y estudios sobre el libro, entre los que se encuentran una reseña escrita por Herman Hesse en su libro Escritos sobre Literatura. Películas como Descubriendo a Forrester y Field of dreams cuentan con Salinger como personaje ficticio.
A pesar de la fama de su obra, escasos son los datos biográficos certeros que se pueden encontrar sobre Jerome David Salinger, se sabe que vivió en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y que allí le confesó a Hemingway que quería ser escritor, publicó El Guardián entre el Centeno en 1951 fecha a partir de la cual se convirtió en un ermitaño, se encerró en su casa en un pequeño pueblo semirural de los Estados Unidos, jamás se dejó fotografiar o entrevistar y jamás dio una rueda de prensa. Tuvo un hijo y una hija. Su hija publicó un libro El Guardián de los Sueños (sí, claro) en el que describía a su padre como un sujeto maniático con un trastorno del habla conocido como glosolalia, que bebía su propia orina y que mantuvo a su esposa en total aislamiento. Aún si esto es verdad, qué vendida! Yo no le haría eso a mi padre. Otros datos a los que se pude tener acceso son por otros vendidos con los que Salinger mantenía correspondencia y que decidieron vender las cartas a las editoriales y a las personas interesadas en publicarlas. Su hijo es un actor menor de Hollywood conocido por ser uno de los primero intérpretes de “El Capitán América”. Nueve años después de El Guardián entre el centeno publicó Nueve cuentos en el que dedica un cuento a las experiencias que vivió durante la Segunda Guerra mundial. En 1963 publicó una colección de novelas cortas. Siguió escribiendo, pero jamás volvió a publicar.
Salinger ha influenciado a toda una generación de escritores norteamericanos entre los que destacan Lemony Snicket, John Updike, Harold Brodke y Philip Roth. Salinger fue coherente entre su forma de vivir y la profundidad de su obra, si todos éramos unos falsos, entonces por qué tener algún contacto con nosotros. Sylvia Plath decía que confiaba más en los microbios que en los seres humanos y se suicidó, su suicidio fue sobre todas las cosas un acto de honestidad, al igual que la forma en que Salinger llevó su vida. Andy Warhol fue honesto, dijo Para entender mis cuadros hay que mirar la superficie, detrás no hay nada pero llevó una vida excéntrica, a Andy Warhol le perdono lo excéntrico por lo honesto, pero a Salinger no, porque considero que la excentricidad es una decisión, se puede decidir serlo o no serlo, nadie nace excéntrico. Me habría gustado tan solo una vez escuchar algo que haya dicho Salinger en una entrevista, que nos haya permitido conocer un poco de la persona que había detrás de su obra, que aun así no habría traicionado ninguna de las conquistas que logró con su obra; entre ellos el admirable logro de al igual que Rafael Chaparro o Malcolm Lowry de sin tener una basta obra publicada, convertirse en un regerente de la Literatura; Chaparro solo publicó Opio en las Nubes que se convertiría en el mayor representante de la literatura sicodélica latinoamericana.
Me enteré de la muerte de Salinger ayer por la noche, justo antes de dormir. Y confieso que me tomó un poco de tiempo alcanzar el sueño porque en seguida me puse a pensar en qué escribiría aquí, quería empezar ese mismo momento a escribir esto. Pensaba en que alguna vez bromeando en una conversación en el taller literario dije que quines eguíamos a Salinger estaríamos contentos si moría porque al fin se podría publicar lo que ha escrito. Pero no era eso lo que sentía, sentí un gran vacío; moría un mito, una leyenda, uno de los escritores que más ha influenciado en mi y en grandes escitores, de entre los que admiten "haber sido influenciados" porque escritores falsos hay para decir de este quiero y de este no. En lo referente a eso yo soy de la idea de Gabriela Alemán, que cada libro que leemos se sedimenta en nosotros, unos más otros menos. Luego, esa imagen de miles de niños corriendo por un campo de centeno sin ver que se dirigen hacia un abismo no me abandonaba, en un momento me desperté con dolor de cabeza al darme cuenta que estaba soñando con eso. El video de la canción Stand inside your love de la banda Smashing Pumpkins está basado en la tragedia Salomé de Oscar Wilde, fue idea de Billy Corgan, el vocalista de la banda; es una adaptación realmente buen de la obra. Me pregunto si Billy Corgan leyó El guardián entre el centeno. Si lo leyera, qué le inspiraría; tanto las canciones como los videos de las canciones Disarm y 1979 como otros temas de la primera mitad de la carrera de la banda tocan la temática de los sentimientos infantiles y de la añoranza respecto a las experiencias y amistades de la juventud. En fin, Jerome David Salinger, escritor excéntrico, huraño, ermita y antisocial falleció el 27 de enero de 2010 a los 91 años de edad. Pero El guardián entre el Centeno, más que la leyenda del libro que leían los asesinos en serie, más que un nombre; el sueño de Holden Caufield, vive para siempre en toda una generación de lectores y escritores.
Kenny Oñate