Después de leer sus libros pensé: habría querido que Miguel Ángel Asturias siguiera vivo...
... para conversar con él.
Asturias es uno de los diez Premios Nobel de Literatura en lengua española y uno de los cinco latinoamericanos que ha recibido el galardón, se lo dieron en el año 1967. Podría decir que de Asturias me gusta la poética de su lenguaje: huracanada, arrolladora, tierna a veces. O que me gustan los personajes de sus obras; tan humanos, tan vívidos y reales: agricultores, pescadores, mujeres humildes, preciosas mulatas. En fin, los teóricos de la literatura y aquellos que se han dedicado al estudio su obra están de acuerdo en que lo que la hace única es la calidad y sonoridad de su prosa; única e incomparable entre otros escritores en lengua española del siglo XX, altamente influenciada por la estética del surrealismo.
Su más célebre obra, "El Señor Presidente" es la primera novela que escribió. El mundo de "El Señor Presidente" es un mundo de pesadilla, con una atmósfera eternamete gris, como si una nube cargada cubriera la ciudad todo el tiempo, en donde los "malos" victiman a los "inocentes" sin darse cuenta que todos son parte del juego de fichas del titiritero que los observa desde arriba, el dictador. La novela inició siendo un cuento "Los Mendigos del Portal", cuya publicación en una revista Guatemalteca fue censurada por la dictadura de Somoza. El cuento terminó por desarrollarse en lo que devendría esta célebre novela, que se enmarca dentro del subgénero narrativo conocido como "Novela Latinoamericana de dictador" junto a otras como "Yo, el supremo" de Roa Bastos o "La fiesta del Chivo" de Vargas Llosa. La obra tiene rasgos de realismo mágico, con personajes pintorescos, casi circenses o hasta grotescos. También puede ser abordada como obra surrealista en cuanto a la estética del lenguaje.
Asturias ingresó a estudiar Medicina, pero abandonó esta carrera para dedicarse a sus estudios de Jurisprudencia, posteriormente estudió Antropología en Francia. Sus estudios antropológicos y su gran interés por las mitologías aborígenes de los pueblos mayas conducirían finalmente a aquello en lo que la mayoría de su obra se centraría; el realismo mágico. Asturias es junto a Carpentier, el precursor del realismo mágico. En obras como "Mulata de tal" o "Tres de Cuatro Soles" los dioses mayas tienen lugar en nuestro mundo contemporáneo e interactúan con los personajes de manera natural. "Mulata de Tal" es la historia sobre la batalla entre Catalina y Yumí (El Diablo) para controlar a Mulata (El espíritu de la Luna). Publicada en 1963, Mulata de Tal recibió críticas muy positivas, se hablaba de ella como "Un carnaval encarnado en una novela". Para mí, es una obra aventurada y compleja, de un estilo único, magníficamente trabajado. También es considerada una obra de exhacerbado surrealismo.
La trascendencia de la obra de Asturias consiste en que acopló la poética de su prosa para plasmar vívidamente las hablas, los dialectos, las fantásticas creencias, los pensamientos, las tradiciones y las costumbres de los pueblos de Guatemala, incorporando en sus novelas los milenarios mitos maya-quiché. En su obra asignó voces y rostros a estos pueblos, identificándose y sensibilizándose con el drama que sufrían estas personas en una Guatemala colonizada, en la que se iban perdiendo las milenarias creencias mayas, para convertirse en un pueblo colonizado por el imperialismo estadounidense a través de las bananeras.
A través de esta sensibilización, Asturias logra crear una literatura de resistencia al aniquilamiento de la cultura y la gente de su pueblo impuesto por el colonialismo, a la vez que crea una literatura de identidad; de un pueblo de oprimidos, pobres y explotados en cuyo lenguaje sobrevive su riqueza cultural y su diversidad. Este rasgo se observa principalmente en su trilogía de libros conocida como "La trilogía de la República de la Banana" conformada por "El Papa Verde", "Viento fuerte" y "Los ojos de los enterrados", así como en "Hombres de Maíz", según muchos; su obra mejor lograda.
En la actualidad la obra de Asturias no es muy reconocida, debido a que la crítica de los años setenta y ochenta se encargó de silenciarla ya que la línea de Asturias era muy aborigen, muy telúrica y se la consideró decadente comparada con una línea muy cosmopolita y europocentrista que ha seguido la literatura latinoamericana contemporánea.
Narrador y poeta guatemalteco, antropólogo, jurista, cofundador de la Universidad Popular, diplomático, padre, esposo, premio Nobel de Literatura, premio Lenin de la Paz, nacido en 1899 y fallecido en 1974, su último libro se publicó dos años antes de su fallecimiento. Escribió desde 1930 y con eso nos deja el legado de 42 años de Literatura, pero más que todo eso; Asturias, a mi modo de ver, alcanzó lo más grande que alguien puede lograr en esta vida: fue un ser humano, identificado con el sufrir y el sentir de los pueblos de América.
Habría querido que Miguel Ángel Asturias siguiera vivo...
...para conversar con él.
Kenny Oñate
Bibliografía:
Las contraportadas, prefacios e introducciones de sus libros
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