Apuntes sobre Paraliteraturas

Por: Kenny Oñate



Hablar sobre paraliteraturas implica la aceptación de que existen dos tipos de producciones literarias, la “literatura culta” y todas las otras producciones literaturas englobadas dentro de lo que se conoce como “Paraliteraturas”. Establecemos lo que es “Literatura” porque nos llega en forma de legado a través del sistema escolar, en el colegio nos hacen leer tal autor o tal obra porque su lectura implica estudiar la “Literatura”. Se puede establecer como “Paraliterario” la producción literaria marginal y de masas. Sin embargo, a nivel teórico, ya que no existe una “ciencia de la estética” es difícil, sino imposible establecer qué parte de la producción literaria es “culta” y qué parte es paraliteraria. En consecuencia, los estudios hechos en este campo, no se concentran en la línea que establece la ruptura entre lo literario y lo paraliterario, sino en las relaciones que existen entre estos dos tipos de producciones.


La literatura se puede definir como una institución; el ensamblado de un sistema de valores estéticos, éticos y morales que conforman juntas las obras que la humanidad a lo largo de los tiempos ha pretendido conservar, ya que son representativas para su “cultura” o porque son muestras de “civilización”. Literatura es una institución que se nos hereda, los autores y obras que se pretenden conservar están en una especie de catálogo o de museo; se nos enseña a leer a Cervantes, a Dante, a Homero porque son “obras literarias” que han logrado entrar dentro de este catálogo de obras que la humanidad debe conservar, se nos enseña que “eso es Literatura”. Un texto “paraliterario” es aquel capaz de subvertir el campo de lo que se conoce y acepta como “literario”, la existencia de este tipo de textos pone en riesgo a la “institución literaria” ya que revela el carácter arbitrario con el que se establece lo que es y no es “literario”.


Un texto paraliterario se desarrolla a partir de la percepción y la manifestación de una diferencia, y de la afirmación de ésta, al intento de reivindicarla. Creando así una amenaza constante para el dogmatismo y el etnocentrismo literario. El proceso paraliterario existe para recordarnos que existen las diferencias. No existe una naturaleza del texto paraliterario, sino múltiples modalidades de subvertir el campo literario. Paraliterario es toda la vasta producción literaria excluida del catálogo de “textos literarios” que puede subvertir, cuestionar y contraponerse a éste sistema.


Bernard Mouralis en su libro “Les contre-littératures” dice que “es susceptible de entrar en el campo de las contraliteraturas todo texto que no es percibido y transmitido –en un momento dado de la historia– como parte de la Literatura”.


Entre éstas, se encuentran por ejemplo; las Literaturas Orales. El conjunto de textos producidos y transmitidos oralmente abarca mitos y narraciones mitológicas, proverbios, cuentos, adivinanzas, canciones, chistes, anécdotas. Al respecto de las literaturas orales Mouralis dice “La literatura oral no se trata de un legado antiguo, sino que se inventa y se reinventa constantemente”.


Mouralis cita como ejemplo de contraliteratura a los textos aparecidos en Francia a finales del siglo XVI a partir de la idea de publicar textos de necesidad popular reduciendo al máximo el costo de producción. Novelas medievales y vidas de Santos fueron adaptadas a libros pequeños de acceso popular. El éxito de estos llevó a que se produjeran así almanaques, textos de Medicina, de Astrología, de profecías, de hechicería, recetarios de cocina, guías de viaje, reglas de juegos, partituras, manuales de cortesía, sainetes, obras de teatro, inventarios, tratados didácticos. El conjunto de textos editados así, se denominó La bibliotheque bleu debido al color del papel con el que se envolvían las obras. Éstas diferían de la “Literatura Culta” de la época en muchos aspectos; para empezar estaban dirigidas a un pueblo no culto. Abordaban temas diferentes y de diferente forma que la Literatura culta. Abordaban lo cotidiano, como el caso de los almanaques. Pero diferían sobretodo en su uso del lenguaje lo que hizo que estas obras constituyeran verdaderos “contradiscursos” de varios tipos.


Otro ejemplo citado es la Novela popular, la cual subvirtió a la Literatura culta en la medida en la que presentó a los lectores, una visión diferente de la sociedad en la que el héroe no tenía que ser un noble, podía ser parte del pueblo, un criminal o un justiciero. Esto representó durante los siglos XVIII y XIX un riesgo creando el concepto de “clases sociales peligrosas” que podían poner en riesgo el estatus de la burguesía; en esta medida Mouralis deja ver como la Literatura ha sido utilizada como “mecanismo de control”, las novelas “cultas” enseñaban al lector que el plebeyo era pícaro y representaba antivalores, mientras los respectivos contradiscursos de éstas: las novelas populares enseñaban al pueblo que ellos también podían salir adelante por su propio esfuerzo. Muchos escritores de este tipo de textos fueron leídos e influenciaron el pensamiento de Victor Hugo y de Balzac.


Mouralis dice que en el mundo contemporáneo podemos comparar a las novelas policíacas, a la ciencia ficción, y a las novelas gráficas con lo que fue la novela popular, ya que éstas representan, para el lector otro sistema de referencias, otra cultura que se ha desarrollado fuera de las estructuras de la tradición literaria.


El campo contemporáneo de las paraliteraturas no está constituido solamente por este tipo de obras, sino que fuera de la categoría de “obras” se debe tener en cuenta todo el conjunto de textos y signos que se producen y se transmiten fuera de las estructuras de la cultura literaria en un momento dado de la historia y que sean susceptibles de captar la atención de un público, ejemplos de esto son los afiches, los logos publicitarios, el grafiti, los diarios de desconocidos, los testimonios, las cartas.


La crítica y el legado literario establecen como “texto” aquellos que se caracterizan por la utilización de un “lenguaje literario”, alejado de lo banal y de los estereotipos. Los grafitis, textos sin autor que aparentemente no pertenecen a nadie en particular y que nos pertenecen a todos, no son concebidos por los espectadores como parte de la creación artística, sino como una presencia; llevan consigo una real eficacia poética y afectiva, poniendo en evidencia que todo texto es poético y que no es entonces el poeta el que crea la poesía, sino como dijo Jacques Ehrmann; “El lenguaje crea al poeta”.


Mouralis pone de manifiesto que “los diversos tipos de textos que no son considerados por la tradición literaria deben ser considerados en función del lugar que ocupan con respecto a la cultura dominante”. Estos textos pueden ser la expresión de una voluntad de oponerse deliberadamente a la cultura dominante y a las situaciones de la que ésta es expresión. En su libro, Mouralis habla de la existencia de un “Imperialismo Cultural” que se hace evidente en el concepto de “Literatura Mundial” que privilegia abusivamente al mundo europeo y que nunca ha correspondido a una verdadera voluntad de rescatar las obras del mundo. El ejemplo planteado es el de la enciclopedia de 1900 que catalogaba 1100 autores aproximadamente, solo 47 no europeos. De manera que para un adulto de la época, la literatura “mundial” consistía básicamente en la literatura “europea”.


La arbitrariedad con que se establece la línea que separa la “literatura” de la “paraliteratura” pone en videncia la problemática del etnocentrismo y del “imperialismo cultural”. Es así como se ha creado el concepto de “etnoliteraturas” para marginar cierta parte de la producción paraliteraria que no corresponde a la etnia de la cultura dominante, es decir, todas las literaturas centradas en los pueblos son “etnoliteraturas” por el simple hecho de no ser “Literatura Europea”. En la instrucción secundaria se nos enseña sobre los romanticistas y los modernistas en la literatura ecuatoriana, porque son categorías que se encuentran en la Literatura Europea, es decir categorías que nos vienen dadas por la cultura dominante; sin embargo jamás se nos habla sobre literatura andina por ejemplo, porque estudiarla no corresponde al estudio de la Literatura, sino más bien de ciencias como la Antropología o la Etnografía bajo la concepción de la cultura dominante.

Una dosis de poesía semanal (cada vez que nos acordamos)


Un loco


Antonio Machado


Es una tarde mustia y desabrida

de un otoño sin frutos, en la tierra

estéril y raída

donde la sombra de un centauro yerra.

Por un camino en la árida llanura,

entre álamos marchitos,

a solas con su sombra y su locura

va el loco, hablando a gritos.

Lejos se ven sombríos estepares,

colinas con malezas y cambrones,

y ruinas de viejos encinares,

coronando los agrios serrijones.

El loco vocifera

a solas con su sombra y su quimera.

Es horrible y grotesca su figura;

flaco, sucio, maltrecho y mal rapado,

ojos de calentura

iluminan su rostro demacrado.

Huye de la ciudad... Pobres maldades,

misérrimas virtudes y quehaceres

de chulos aburridos, y ruindades

de ociosos mercaderes.

Por los campos de Dios el loco avanza.

Tras la tierra esquelética y sequiza?

rojo de herrumbre y pardo de ceniza?

hay un sueño de lirio en lontananza.

Huye de la ciudad. ¡El tedio urbano!

¡carne triste y espíritu villano!

No fue por una trágica amargura

esta alma errante desgajada y rota;

purga un pecado ajeno: la cordura,

la terrible cordura del idiota.

El enemigo necesario




El escritor ecuatoriano Marco Martínez Zuñiga acaba de publicar la novela "El enemigo Necesario" obra ganadora del Premio de Novela Corta "Medardo Ángel Silva" 2007.


Una novela vanguardista, meticulosamente armada, en la que el lector tiene que prestar atención a cada detalle; concentrarse por ejemplo en captar a cuál de los personajes corresponde la voz narrativa en cada capítulo. De atmósfera minimalista, se desarrolla más bien en lo nocturno, en los lugares que otros no visitarían, escenarios sombríos, oscuros; propiciando así el espacio ideal para que estos personajes que convergen en un bar de Streapers en Guayaquil puedan enfrentar cada uno a sus propios demonios, a ese "enemigo necesario".



Puedes contactar con el autor a su correo electrónico marcomartinez1979@hotmail.com o a sus números telefónicos:

(04)2566064/080766847



Marco fue muy amable en hacer llegar al grupo NienPintura tres ejemplares de su libro. Quieres tener uno de ellos? Sé el o la primera en enviarnos a nienpntr@gmail.com un post con el tema "Escritores Suicidas" por ejemplo Sylvia Plath o Andrés Caicedo (excepto Sylvia Plath y Andrés Caicedo porque nosotros ya tenemos posts listos sobre ellos ;) ). Publicaremos tu post en el blog y te enviaremos un ejemplar de "El Enemigo Necesario". Puedes enviar un post de cualquier extensión en un archivo adjunto o en el cuerpo del correo electrónico. En el cuerpo del correo escribe la información que quieres que escribamos sobre ti y tu dirección de correo postal (solo válido para Ecuador).

EL CAOS MÁS DIVERTIDO DE LA HISTORIA ;)



No me percaté de que estaba al otro lado del calcetín hasta que una fuerte sacudida me devolvió a la realidad, me costó un rato ubicarme en aquel espacio que ahora lucía tan confuso y abrumador tras el caos del que me había librado.


El sitio me parecía familiar, miré desde el borde de la cama las paredes cubiertas por dibujos a lápiz; una caja que me servía solamente como procesador de palabras y que no encuentro la explicación por la que la adoro tanto; libros… libros… malditos libros que me dejaron cicatrices; un gran 0 burlándose de mí desde una prueba de química; ahí estaba aquella muñeca de porcelana robé de la habitación de al lado y la montaña de ropa por la que siempre me quitan permisos; una torre de historias sin terminar y el armario que me invitaba a perderme en su profunda oscuridad.


Pasé mis dedos sobre todo lo que se atravesaba, no podía creer que pudiese tener en mis manos un “esferu” o “esferi” o “esfere” como sea que se llame esa cosa, si… si… esa alargada que nos sirve para escribir. No me convencía aún de que tenía bajo mi pode aquel artefacto que desapareció primero junto a todos los demás. Dejé que mi mirada paseara traviesa sobre la mesa, la dejé ascender lentamente por una extremidad que si bien recuerdo de llamaba “brazo”, después un “hombro” , pasó por el cuello que estaba adornado por un “cordón” o una “zoga” o “piola” o tal vez una “orca”, ¡Da igual! Todas esas van alrededor del cuello… mis ojos viajaban lentos, visitaron unos labios que lucían secos y descoloridos y siguieron hasta encontrarse con una mirada que clamaba por una explicación. Temí y en seguida aparté mis pupilas de ese par de fosas negras, a pesar de haber recordado mi nombre no lo quiero mencionar porque en la solapa habíamos olvidado la E y la R, y tal vez si no lo pronuncie correctamente entonces no vuelva a ser la de antes.


Ahí lo tienen, debería admitir que mientras daba un paseo por las páginas de ese libro quedé convicta de sus ideas; les falta un tornillo a todos quienes lo han leído, porque del mismo modo en que se perdían las letras, también perdíamos la cordura. Atrévanse todos a hacer un viaje como nunca antes y a cambiar su modo de ver el mundo; para los locos y valientes, más aún para los locos: EL ORDEN ALFABÉTICO de Juan José Millás.


Erika Rosado.

Otoño.

Otoño.

Para Santi (Feliz mes ^.^)

Los pasteles están en la vitrina y pienso en comprar uno, el de cereza. Es mi favorito, pero no el suyo. ¿Si el pastel es para él, no debería ser de otro sabor? Frunzo el ceño y me desvío, voy a Central Park y me acuesto en el césped. No pienso en nada. Las hojas caen a lo lejos, pero el viento es fuerte y hay algunas que rozan mi brazo. Mi corazón palpita fuertemente pensando en lo que quiero hacer. Me levanto del césped y me acomodo el saco, casi no hay gente. El frío ahuyenta a las personas, a casi todas, a ti no. Camino hasta llegar a la calle y tengo que esquivar a la bicicleta que casi me pisa. Me río y pienso en el otoño en Nueva York, algo inexplicable, algo que me hace feliz. Voy a la pastelería, pero vuelvo a dudar. Salgo de ahí y sin saber por qué, entro a la juguetería. Estoy en la sección de peluches y pienso en los búhos, en que es algo que los dos nos gusta. Encuentro uno precioso, es blanco y tiene los ojos dorados. Lo compro y le escribo una carta larga en el metro. Espero que me perdone por algunos manchones y algunas inestabilidades en la letra. Llego y le encuentro en la puerta cuando timbro, me abalanzo sobre él y me amarca. Me río sonoramente y pienso que me equivoqué, que también debí haber comprado el pastel; de todas formas, no odia ese sabor. Me mira inquieto al ver la funda de la tienda de juguetes y yo le digo: Hace ya muchos días que te conozco y pensé, solo pensé que hoy podría ser especial. Me mira confundido y se ríe. Sonrío, no hay nada como un otoño en Nueva York.

Gabriela Cabezas.

Buho Nival

Tengo el esotérico gusto y natural deseo de buscar el terror, de salir por las noches a las místicas y venales vías de esta ciudad, donde su suave sortilegio de iglesias y pecados se conjugan con la misma esencia del Mirra que un Querubín deja flotando y el Vaho espumoso de un rio de concreto.

Es hermoso el temporal en lo impredecible, aquí cuando la luna se oculta tras los fantasmas nocturnos y los racimos de nube sujetan las fases monstruosa, el río de lo insospechado logra permutar la noche en un teatro de cortinas, que no dejan ver más allá de cuatro pasos, así como lo fue en aquella noche.

Me dejé llevar por el dócil vaivén de la luz intermitente y el escenario exacto para propender a la locura. Andaba dentro de las calles maltrechas y escondidas de mi espacio glacial y por rupturas insólitas de la ciudad “Carita de Dios”, donde caballeros, damas y fenómenos, aparecían destellando fulgores tétricos.

Estando bajo la influencia de la bohemia en los prados angélicos del alma de Quito, por donde la Basílica se levanta ante la vista de la Virgen Apocalíptica que mira al norte, escuché una melodiosa voz cantando a los sultanes del cielo, narrando en llanto tenue, la maldición de su destino...

Sus ventiscas musicales esparcían grumos de amor y pena.

Y aun cuando el canto era totalmente hermoso, no concebí de donde venía tan mítico recital. Pasé horas tratando de dar con la casa o con la persona que cantaba. Poco a poco escuchaba como los sonidos tomaban más fuerza y presentía de alguna manera que me esta acercando a ella, pero de pronto era el silencio y la escuchaba nuevamente… lejana.

Era incesante ese canto gutural y palatino, ese claro rastro de amor coreado, ese vértigo de indómitas palabras que clamaban por magia. Empecé a imaginármela, con su rostro pálido, sus ojos negros, su belleza exuberante, su cuerpo envuelto en misterio fulgurando sensualidad, perversión, esquizofrenia… su boca diáfana y amante.

Ese día, entonces, cansado de la búsqueda interminable y mirando que la Dama Ciudad se quejaba por proliferar en llanto, preferí encontrar refugio en el paredón de los sueños… fue el sueño más profundo, reparador y deliciosos de hace mucho tiempo.

La música de su voz y su cuerpo oscilando, me acunaba a la distancia; se orquestaba dentro de mi mente y durante toda la noche sus palabras de lamento. No pude dejar de soñar en formas, en caras, en cuerpos, en como podría ser ella…

Tarde me di cuenta, que sin saber su mortalidad, la amaba.

Días después y aun intrigado por el misterio de la voz cantante, me deslicé nuevamente por las calles que me entregaban el idilio imaginario. Superfluo para las horas, anacrónico como es mí estilo, vestido elegantemente y hediendo a peluquería, caminé por los vestigios de turno y me dejé llevar por el desastre.

Encontré en las mismas calles, pobreza, hambre, odio, pero la canción perduraba en lo tribal de su destino, sin embargo, cada vez que me acercaba, cambiaba de lugar. Así, pude ver recostado en la vereda a la injusticia, desdentados asaltando la luz de las estrellas, descalzos martillando el piso con sus plantas desnudas, prostitutas vendiendo calor en retazos de amor y odio. Fulgores y más fulgores de lo que pude ser una ciudad olvidada en el tiempo y olvidada por su mismo pueblo.

La propia ciudad, como su mismo nombre, parecen ser parte de una mítica y exuberante leyenda, ambas no existen, pero ambas pueden ser descritas, dentro de esa misma irrealidad… continué.

Lentamente caía la madrugada y el frío amenazaba congelarme. Pero al fin, pude escuchar la bellísima voz a escasos pasos de mí. Era en la calle Galápagos, por donde hoy resido. Un pordiosero me tomó por el pie de manera frenética y casi caigo metros adelante. Con ira regresé a verlo, sus ojos claros, perdidos, como locos, me asustaron, era un hombre viejo y harapiento, que me dijo:

  • No vaya_ con voz suplicante, apagada…

Su extraña apariencia y su voz amoratada, me llenaron de espanto y a la vez de ternura.

Al volver la vista adelante, escuchando los acordes hipnóticos, observé como un hombre se acercaba a la misma calle, buscando seguramente lo mismo que yo… lo miré desde lejos, casi a la marcha y perpendicularmente a mí. A la justa distancia donde las personas parecen ser del tamaño de un muñeco. Celoso de este personaje, empecé a correr, mientras en ecos se perdía las últimas palabras del viejo…

  • S e a r r e p e n t i r á

Me detuve a los pocos pasos de encontrarme con el tipo. Unos cuatro o cinco pasos exactamente. En ese instante presentí como el tiempo espacio colapsó… es una sensación similar al bullicio que uno está acostumbrado a soportar y que de pronto se queda callado.

Todo quedó en un espantoso silencio, sólo se escuchaba el crepitar de la farola esquinera, un susurro de gente a la distancia y el respirar agitado del tipo que espera escuchar, al igual que yo, la canción a la lejanía, pero esa vez… temblaba.

La bruma áspera resbaló por entre mis pies y la niebla más espesa se tomó por completo la calle entera… casi ya no podía ver al tipo. Se detuvo la brisa, la noche se tornó mucho más inmóvil que de costumbre y el terror empezó a invadir mi cuerpo por ondas de choque.

El ambiente se volvió de apoco más y más pesado, algo, que no se explicar bien, me decía que alguna cosa, en algún lugar, nos asechaba.

Me quedé completamente estático pues el espanto irrumpió en lo más hondo de mi ser. Lo que no le sucedió al otro sujeto, seguramente extasiado por la anterior cercanía de la voz y la desesperación de creerla perdida, o porque presentía, al igual que yo, ese algo extraño salivando por nuestra presencia.

Entonces, desde lo alto de la hermosa iglesia, una figura casi humana se deslizó por los frágiles cristales que no pude reconocer, rompía la garua inició y de entre la dócil luminosidad de la farola, como de la bulla sarcástica del pordiosero, poco a poco y sin hacer un solo ruido, como lo haría un búho nival, este ser se acercó a nosotros, despacio y sin prisa, con sus alas gigantescas y terrible belleza.

Desde donde estaba pude ver a este ser asestando sus terribles garras en el rostro del hombre que yacía frente a mí. Lo sacudió en el aire hasta matarlo. Unos fáciles hilos de carne unían la cabeza con el cuerpo y sus brazos como sus piernas se movían de un lado a otro, sin vida, desplazados por la furia en la que el cuerpo era sacudido.

Quieto y callado desde donde estaba yo, se coloreaba la vida en un tinte sempiterno y me salpicaba a los ojos… ellos no se negaban el ver, no podían renunciar verlo. La hermosa bestia en cuestión de segundos devoró por completo a su víctima., dejando solo de evidencia, un poco de ropa sucia.

Una fragante nube de vapores humanos se levantó, hedía a sangre el lugar, los ojos negros de la bestia me miraron… temblé por mi suerte, pero esos ojos glotones y muertos me demostraban saciedad.

Así, gravitando con el aroma de la ciudad que inundaba mi nariz en sus vapores infernales… desapareció.

No he vuelto a escucharla, ni verla, desde la rota pantalla de mi ventana espectral...

David Acosta.

Nostalgia Ulterior


Por: Kenny Oñate


Sí ve mamá, yo le dije que el Juan Carlos me había salido bien inteligente. Ayer llegó feliz diciendo que había sacado veinte en computación. Se acuerda del Mario mamá, el que me dejó embarazada del Juan Carlos, sí ese era bien inteligente, qué será de él. Seguirá de albañil, aunque con tanto trago quién sabe si siga por ahí. Hoy no había mucho que hacer en la casa de la Señora Rosa, solo llegó la señorita con una amiga de la universidad a pedir almuerzo, aproveché para limpiar la refri y me despedí. Muy buena gente es la señora Rosa mamá. Si usted la viera. Por qué será que todas esas señoras con nombre de flor son tan lindas y huelen bien. A las cuatro ya estaba en la peluquería, vino un joven, mamá a hacerse rebajar como tres meses de pelo viera. Pero que quería no se qué cosas, yo le dije al Edwin que lo atienda, ese Edwin luego se me burlaba diciendo que le huyo a los clientes. Dos tinturas hice hoy, y ya no hubo más clientes. Saliendo me acordé de pasar por la papelería comprando una lámina de los mamíferos que me pidió la Catalina que le lleve y una goma que ya no dizque tiene. Si la viera a esa muchacha mamá, todo anda perdiendo. Bueno mamita, la dejo que me voy a hacerle la merienda a los muchachos. Mire mamita, le traje estas flores, aquí a un ladito se las pongo.

Ana Luisa salió despidiéndose del conserje, le tomaría una hora llegar desde el cementerio a su casa.

A man dead by kicks. (4th Part)

Here is the fourth part of the story: "Un hombre muerto a puntapiés". You can find the first three parts of the story in here. And, you know, if you find any unforgivable mistake, please tell me.


Was the Ramirez dead, drunk? No, that couldn’t be, because the Police would have found out that immediately and the fact would be in the newspaper, and just to not have doubts, if by any chance the journalist forgot it, the Commisioner would have said that to me with out hesitation.

What other bad habit could the unhappy victim have? Because of being a vicious, he was; this, nobody could deny it. And what proves this, is he not declaring the reasons if the aggression. Any other cause could be said with no blush. For example, what would there be of embarrassing in these confessions?:

“An individual cheated on my daughter; I found him this night on the street; I was blind with anger, I treated him as a swine, I threw myself to his neck and he, helped by his friends, put me on this state” or

“My wife betrayed me with a man who I tried to kill, but him, stronger than me, started furious kicks against me” or

“I had some trouble with a godmother and her husband, for revenging she attacked me cowardly with her friends”

If this he would have said, nobody would find the deal strange.

Also, it was really easy to say:

“We had a brawl”

But I’m losing time, these hypothesis are unsustainable to me: in the first two cases, the people who debt the ill-fated; in the third one, his confession would have been unavoidable, because that was to honorable; in the forth one, we would also already know about it, because just for revenge, he would have said the names.

Nothing, that what was in my frown, was the evident. There was no more reasoning to be done. As a consequence, having all the conclusions, I have rebuilt, in resume, the tragic adventure that happened between Escobedo and García street, in these terms:

Octavio Ramírez, and individual of unknown nationality, of forty two years old, and of mediocre looks, lived in a modest hotel until the 12th of January of this year.

It looks like the Ramírez guy lived of his rents, few, by the way, not allowing himself a lot of expenses, not even extraordinary, specially with woman. He had had since little a small deviation of instincts that depraved him in the future. Until, by a fatal impulse, he had to finish with the tragic end we all regret.

For more clarity, we must say that this individual had gotten to the city just a few days before.

The night of the 12th of January, while he was eating in a dark cheap restaurant, he felt a known anxiety that went bothering him more and more. At eight, when he was going out, the torments of his desire were agitating him. In a strange city for him, the difficulty of satisfying it, by the ignorance that he had from the city, was irritating hi,. We walked, almost desperately, for about two hours by the main streets, putting his longing eyes in the backs of the man he found on the way; he followed the from close, trying to catch any chance, although distrustful of suffering a deception.

¿Qué es NienPintura?


Un grupo literario, casi nuevo, del Ecuador.