Un universo urbano. Sucedió un crimen. Existe un detective. Todo un enigma aguarda por ser descubierto. ¿En qué consiste este laberinto de intrigas y personajes?.
El género Policial, del cual posteriormente existieron subgéneros como son la Novela Negra, El Thriller y, en parte, la Novela de terror, se basa en mostrar la naturaleza humana de una manera mucho más cruda a comparación de otros géneros. Expone de un modo oscuro y grotesco la realidad que se vive en las diferentes sociedades, internando a su lector en lo más profundo de sus problemas sociales como son la violencia y el crimen. Estos, siempre van acompañados de un toque de suspenso y misterio característicos de su clase.
La estructura de este género consiste, principalmente, en su protagonista: El detective. Que ha ido evolucionando a lo largo de la historia. Desde un personaje elegante, hasta un policía ocioso que se encuentra atrapado en la inmundicia de su entorno. El primer personaje será el encargado de resolver el enigma (un asesinato, una desaparición, etc.), por medio de pistas que dan la pauta al lector para predecir cuál será el desenlace sin perder, en absoluto, su atmósfera de suspenso.
El escritor que se encargue de un relato policial, deberá aferrarse a la única regla del género: La resolución de un crimen por medio de la lógica y argumentos que llenen en absoluto la causa y el por qué del efecto.
Existen aún contradicciones entre los seguidores de la narrativa policial, en la que unos indican que no es más que un modo de entretenimiento para sus lectores; mientras que otros aseguran que el genero es un modo de revelación de la sociedad, en la cual se expresa el descontento general de un pueblo, camuflado de novela. Por ahora, hay que dejar que cada quién que se interne en el mundo policiaco decida sobre a cuál hipótesis desea apegarse.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN
Se podría decir que el género tiene una fecha de aparición con Los Crímenes de la Calle Morgue del escritor estadounidense Edgar Allan Poe, publicado en 1841. En donde se encuentran bien enmarcadas las características del género detectivesco. Posteriormente pasaron a divulgar El misterio de Marie Roget (1842), La carta Robada (1844) y El escarabajo de Oro (1843). Los dos primeros de estos últimos mencionados a más de la novela que dio origen al género fueron protagonizados por el primer detective de ficción Auguste Dupin, que pasaría a ser el ejemplo de otros relacionados con el género como son el detective Sherlock Holmes de sir Arthur Conan Doyle y Hércules Poirot, famoso personaje creado por Agatha Christie. El género fue llevado a su madurez en la llamada escuela inglesa de novela policiaca que se basaría en un estricto control de la trama, casi matemático, formado por pistas y piezas que encajen perfectamente con los sucesos, internándose en la parte sicológica de sus personajes casi todos pertenecientes a la clase alta. Por el contrario, en América, el género no fue muy bien aceptado de este modo; se dejó en segundo plano la resolución del enigma y se provechó el género para resaltar los aspectos sociales del crimen y los problemas en una sociedad corrupta, abriendo caminos por medio de la clase social baja y mostrando lo miserable de los ambientes en la que la novela se desarrolla. Esto último fue conocido como Novela Negra.
Durante la década de 1920 surgió en Estados Unidos un nuevo modo de representar al género, difundiéndolo a través de revistas de la época: El Thriller. De este modo se logó derribar las barreras que existían entre el género policial y los distintos a su clase, como los relatos espías y aventura. De este modo, se destacaron los autores estadounidenses Dashiell Hammett, creador de Nick Charles; y Raymond Chandler que nos trajo uno de los más importantes detectives del siglo XX como lo fue Philip Marlowe.
A partir del año 1950, la imagen que tenía el lector del detective cambió violentamente. Se olvidó en absoluto al personaje que solía ser visto como un héroe a uno más real, una persona de carne y hueso que cumple simplemente con su labor.
Por otro lado, el género policial fue muy bien acogido en Europa. Principalmente países como Inglaterra y Francia, este último en donde se tradujeron las obras de Poe y dieron la pauta para la procreación de novelas similares y detectives misteriosos. Para cuando se formó la corriente inglesa encabezada por Conan Doyle, Francia ya tenía su primer detective de ficción, el inspector Lecoq, ingeniosa creación de Émile Gaboriau. La más famosa novela dentro de Francia pasaría a estar en manos del escritor Gaston Leroux con El misterio del Cuarto Amarillo, en la cuál empezando desde su título es evidente la técnica y características de las cuales la novela policial requiere, su protagonista, el detective Joseph Rouletabille, tuvo gran acogida entre los lectores. Cabe mencionar también a Georges Simenon, escritor Francés de origen Belga, de quien nace el célebre personaje del comisario Maigret, cuyo método consiste más introducirse en el amplio campo sicológico de sus personajes.
El género Policial, del cual posteriormente existieron subgéneros como son la Novela Negra, El Thriller y, en parte, la Novela de terror, se basa en mostrar la naturaleza humana de una manera mucho más cruda a comparación de otros géneros. Expone de un modo oscuro y grotesco la realidad que se vive en las diferentes sociedades, internando a su lector en lo más profundo de sus problemas sociales como son la violencia y el crimen. Estos, siempre van acompañados de un toque de suspenso y misterio característicos de su clase.
La estructura de este género consiste, principalmente, en su protagonista: El detective. Que ha ido evolucionando a lo largo de la historia. Desde un personaje elegante, hasta un policía ocioso que se encuentra atrapado en la inmundicia de su entorno. El primer personaje será el encargado de resolver el enigma (un asesinato, una desaparición, etc.), por medio de pistas que dan la pauta al lector para predecir cuál será el desenlace sin perder, en absoluto, su atmósfera de suspenso.
El escritor que se encargue de un relato policial, deberá aferrarse a la única regla del género: La resolución de un crimen por medio de la lógica y argumentos que llenen en absoluto la causa y el por qué del efecto.
Existen aún contradicciones entre los seguidores de la narrativa policial, en la que unos indican que no es más que un modo de entretenimiento para sus lectores; mientras que otros aseguran que el genero es un modo de revelación de la sociedad, en la cual se expresa el descontento general de un pueblo, camuflado de novela. Por ahora, hay que dejar que cada quién que se interne en el mundo policiaco decida sobre a cuál hipótesis desea apegarse.
ORIGEN Y EVOLUCIÓN
Se podría decir que el género tiene una fecha de aparición con Los Crímenes de la Calle Morgue del escritor estadounidense Edgar Allan Poe, publicado en 1841. En donde se encuentran bien enmarcadas las características del género detectivesco. Posteriormente pasaron a divulgar El misterio de Marie Roget (1842), La carta Robada (1844) y El escarabajo de Oro (1843). Los dos primeros de estos últimos mencionados a más de la novela que dio origen al género fueron protagonizados por el primer detective de ficción Auguste Dupin, que pasaría a ser el ejemplo de otros relacionados con el género como son el detective Sherlock Holmes de sir Arthur Conan Doyle y Hércules Poirot, famoso personaje creado por Agatha Christie. El género fue llevado a su madurez en la llamada escuela inglesa de novela policiaca que se basaría en un estricto control de la trama, casi matemático, formado por pistas y piezas que encajen perfectamente con los sucesos, internándose en la parte sicológica de sus personajes casi todos pertenecientes a la clase alta. Por el contrario, en América, el género no fue muy bien aceptado de este modo; se dejó en segundo plano la resolución del enigma y se provechó el género para resaltar los aspectos sociales del crimen y los problemas en una sociedad corrupta, abriendo caminos por medio de la clase social baja y mostrando lo miserable de los ambientes en la que la novela se desarrolla. Esto último fue conocido como Novela Negra.
Durante la década de 1920 surgió en Estados Unidos un nuevo modo de representar al género, difundiéndolo a través de revistas de la época: El Thriller. De este modo se logó derribar las barreras que existían entre el género policial y los distintos a su clase, como los relatos espías y aventura. De este modo, se destacaron los autores estadounidenses Dashiell Hammett, creador de Nick Charles; y Raymond Chandler que nos trajo uno de los más importantes detectives del siglo XX como lo fue Philip Marlowe.
A partir del año 1950, la imagen que tenía el lector del detective cambió violentamente. Se olvidó en absoluto al personaje que solía ser visto como un héroe a uno más real, una persona de carne y hueso que cumple simplemente con su labor.
Por otro lado, el género policial fue muy bien acogido en Europa. Principalmente países como Inglaterra y Francia, este último en donde se tradujeron las obras de Poe y dieron la pauta para la procreación de novelas similares y detectives misteriosos. Para cuando se formó la corriente inglesa encabezada por Conan Doyle, Francia ya tenía su primer detective de ficción, el inspector Lecoq, ingeniosa creación de Émile Gaboriau. La más famosa novela dentro de Francia pasaría a estar en manos del escritor Gaston Leroux con El misterio del Cuarto Amarillo, en la cuál empezando desde su título es evidente la técnica y características de las cuales la novela policial requiere, su protagonista, el detective Joseph Rouletabille, tuvo gran acogida entre los lectores. Cabe mencionar también a Georges Simenon, escritor Francés de origen Belga, de quien nace el célebre personaje del comisario Maigret, cuyo método consiste más introducirse en el amplio campo sicológico de sus personajes.
Bibliografía:
www.aalidoneos.com
www.correctores.iespana.es
www.negraycriminal.blogcidiario.com
www.bgsu.edu.com
Erika Rosado.
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